Durante años, Inquinosa, que fue abandonada en 1992, albergó otras actividades productivas no relacionadas con los pesticidas y, como consecuencia de las mismas, podría haber dioxinas en los vertederos, según Ecologistas en Acción. Y las dioxinas, recalca Mariano Polanco, son mucho más tóxicas que el lindano y tienen efecto cancerígeno, por lo que urge su limpieza.