Lecitrailer volvió a ser el año pasado líder del mercado nacional con una cuota del 22%, un puesto de referencia que desde el 2000 solo ha abandonado en el 2014. De hecho, es la única empresa española dentro del top 20 de fabricantes de semirremolques a nivel mundial, ocupando la posición número 15.

La fábrica de Casetas redujo levemente su producción durante el 2018, aunque su carga de trabajo se ha reactivado con mucha fuerza desde el desplome del 2009. En solo un año (entre el 2008 y el 2009) su facturación pasó de los 151 millones a los 57, lo que evidencia el bajón que sufrió el sector. En los últimos tres ejercicios su cifra de negocio se ha situado en torno a los 220 millones, su máximo histórico.

Todo ello no hubiera sido posible sin su firme apuesta por el mercado exterior. No en vano, la compañía familiar aragonesa vende fuera el 53% de su producción. «Queremos seguir potenciando nuestras exportaciones para no depender tanto del mercado nacional», subraya el director general de la firma, Fernando Leciñena, que apunta que sus principales mercados son Francia, Italia y Portugal, aunque su presencia ha ido aumentando en Europa del Este, Oriente Medio y norte de África.

El fuerte crecimiento de los últimos años, que también se ha basado en la especialización (la adaptación al cliente es una de sus grandes fortalezas frente a sus competidores), se ha dejado notar en el empleo: el grupo emplea actualmente a cerca de 800 trabajadores, casi el doble que en los años más duros de la crisis.

Además de fabricar remolques y semirremolques, la empresa -con delegaciones en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Lyon- ofrece un servicio de postventa en el que repara vehículos de diferentes marcas, una actividad que también ha sido clave ya que le ha permitido captar clientes.