Algunas empresas auxiliares del automóvil están poniendo encima de la mesa la posibilidad de hacer expedientes de regulación temporal de empleo (erte) ante los problemas de suministros de algunos componentes, que están obligando a parar la producción de vehículos. Así lo aseguran los secretario generales de las federaciones de Industria de la UGT, José Juan Arcéiz, y de CCOO, Ana Sánchez.

El problema de abastecimiento afecta concretamente a los semiconductores, unos 'microchips' que vienen de países de fuera de Europa. A lo largo de la pandemia ha habido parones importantes en su fabricación y, además, hay muchos sectores que también los utilizan y que han incrementado su demanda con la crisis sanitaria.

Estos productos son usados para ordenadores o termómetros digitales. Ante la fuerte demanda, sus productores no dan abasto y el sector del automóvil a nivel mundial, que requiere de estos productos, se está viendo afectado.

La planta de Stellantis (antes PSA) en Figueruelas ha tenido ya que detener la fabricación de vehículos durante varios días en el último meses. El último parón ha sido esta semana, en la que ha estado cinco días consecutivos sin actividad, de manera que ha dejado de fabricar en torno a 10.000 coches de los modelos Corsa, Crossland X y Aircrss. La compañía anunció ayer que reanudará la actividad en el turno de noche este domingo.

En este contexto de incertidumbre, la planta aragonesa no ha tenido la necesidad de momento de aplicar ningún erte, como sí ha ocurrido en instalaciones automovilísticas de otras compañías, gracias al sistema de distribución irregular de la jornada que tienen pactado con los trabajadores. Sin embargo, hay empresas auxiliares de Aragón que sí se están planteando poner en marcha expedientes de suspensión de empleo.