Los padres y madres de los alumnos del colegio de Ayerbe protagonizaron el pasado jueves una acción de protesta por el supuesto mal estado de determinados vehículos dedicados al transporte escolar.

Un grupo de progenitores, en concreto los que residen en la ruta que une Ayerbe con Murillo de Gállego y Riglos, se negaron a que sus hijos subieran a un autobús porque, al parecer, circula con la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) caducada, según informó ayer Radio Huesca.

Los problemas en el transporte escolar no son nuevos en la localidad de la Hoya de Huesca, de un millar de habitantes. Y estos se producen solo en la línea de Riglos, entre las varias que tienen llegada en Ayerbe, donde estudian los niños y niñas de todas las poblaciones cercanas que no lo hacen en Huesca.

INVESTIGACIÓN

Ante esta situación, el servicio provincial de Educación de Huesca tomó ayer cartas en el asunto y decidió abrir expediente a la empresa de autobuses que realiza el transporte escolar en la zona de Ayerbe. De hallar algún tipo de responsabilidad, la investigación podría llevar a la rescisión del contrato.

En la protesta protagonizada ayer por los padres y madres del colegio de Ayerbe, todos ellos con hijos que asisten a clase a segunda hora, acudió la Guardia Civil, cuya presencia fue solicitada.

Los agentes verificaron la documentación del autobús en cuestión, pero, según manifestó un testigo presencial, en principio no inmovilizó el vehículo.

Se da la circunstancia de que el autobús que no había superado la ITV el jueves acudió ayer a prestar servicio, como de costumbre, pero ya con los papeles de la inspección en regla.

No se trata de un episodio aislado. Las familias afectadas llevan varios meses presentando quejas por un servicio de autobuses que consideran deficiente y peligrosos. Una de las denuncias hacía referencia a que uno de los vehículos pasaba de largo por las paradas al no poder frenar debidamente.