Un barrio slow. Es decir, una zona en Zaragoza en la que no se puedan superar los 30 kilómetros por hora, se respeten los pasos de peatones --por bicis y coches-- y, sobre todo, se facilite la convivencia entre turismos, bicicletas y peatones. Es lo que quiere implantar el presidente del Observatorio de la Bicicleta, Pablo Muñoz. El también edil de IU ha propuesto la creación de un barrio slow como experiencia piloto para que las bicis vuelvan a la calzada. Los tres candidatos son el Casco Histórico, San José y Delicias.

Esta iniciativa se enmarca dentro de una filosofía integral de pacificación del tráfico e incluye un rediseño de las vías para mejorar la accesibilidad universal. PrecisamenLa instalación de semáforos para bicicletas tiene mucho que ver. La regulación específica en el paseo Independencia, prevista para julio supondría un coste de 13.000 euros. El observatorio está dispuesto a destinar parte de 30.000 euros de los que dispone el observatorio. "Salió a propuesta de un colectivo ciclista que si hace falta algo de dinero los 30.000 euros del observatorio los ponía disposición de ese proyecto", detalló Muñoz.

Respecto a la ampliación del carril bici, el coste del paseo Sagasta se ha incrementado de 47.000 a 75.000 euros. La ampliación del cinturón por Valle de Broto 121.000 euros y la conexión de San Juan de la Cruz y Juan Pablo Bonet asciende a 161.000.