Los hermanos Víctor y Javier Alfaro, de Huesca, podólogos y expertos en biomecánica, después de haber creado en su consulta de Huesca miles de plantillas de forma artesanal valiéndose de moldes de escayola, dieron el salto a la fabricación robotizada. Mediante un proyecto de investigación con la Universidad de Zaragoza para crear la tecnología necesaria, patentaron a nivel mundial un sistema propio de escaneo. Con ello, y un software de diseño específico para la robotización, han logrado plantillas personalizadas basadas en estudios biomecánicos del pie.

Hasta 500 datos por segundo de la marcha de un paciente a tiempo real es capaz de recoger el más innovador sistema de Podoactiva que da lugar a plantillas personalizadas inteligentes, dotadas de una capa de sensores que conectan vía bluetooth con el móvil del paciente y de este a la nube en la que se procesan los datos a tiempo real. «Tienen aplicación desde el campo deportivo hasta la monitorización de la calidad de la marcha en pacientes mayores o neurológicos», puntualiza Víctor Alfaro. «Hasta ahora hemos realizado más de medio millón de tratamientos mediante plantillas personalizadas y todo ese conocimiento está acumulado en un sistema de inteligencia artificial que nos permite ser cada vez mucho más eficaces. La experiencia previa permite diseñar la plantilla basándonos en criterios de éxito de un paciente casi idéntico», explica.

De este modo, esquiadores o deportistas de cualquier otra disciplina pueden contar con plantillas adaptadas a su pie, que además están diseñadas en función de los principales movimientos y por tanto puntos de presión del pie en el ejercicio de la cada rutina deportiva. «Una plantilla correcta puede mejorar muchísimo la calidad de vida de una persona. Tenemos que entender que el pie es el único punto de apoyo contra el suelo y la forma en que lo haga influirá en todo lo que se está encima, desde el tobillo, la rodilla, la cadera, la columna, etc…», puntualiza el podólogo Javier Alfaro. «Muchas lumbalgias tienen relación directa con el tipo de pie cavo, por ejemplo», añade.

La fabricación de plantillas es parte de un modelo de negocio con cuatro empresas en un mismo grupo, que engloba 19 clínicas propias de podología (1 en Barcelona, 17 en España, 1 en Andorra y 1 en Milán), desde las cuales se estudian las necesidades de los pacientes y se prescriben las plantillas. «El personal crece en la misma medida que la facturación, que desde el 2006 ha mantenido un crecimiento entre el 18 y el 20% anual. En el 2019 fue de 10 millones, contando con más de 200 trabajadores», señalan. Hoy, el grupo, que recibió esta semana el Premio Empresa de Huesca, pilota distintos mercados para terminar de definir su estrategia internacional, pero ya exportan sus plantillas a 9 países, con una producción basada en la generación de cero residuos, porque trabajan con material biodegradable.