El pasado 16 de marzo fue la primera vez que se organizaba un punto violeta en la fiesta de San Pepe. Un espacio donde se estableció un protocolo de actuación en el caso de que alguna mujer fuera víctima de agresión sexual en el recinto y acudiera al punto. Desde la plataforma 8-M, el eje estudiantil decidió crear esta zona para ayudar a todas las que lo necesitaran y para que esta iniciativa, que no se había hecho hasta la fecha, salga adelante. Diez personas fueron las encargas del punto en distintos turnos de trabajo.