La Plataforma de afectados por el ocio nocturno en Zaragoza ha instado este viernes al Ayuntamiento de la capital aragonesa a seguir adelante con la nueva ordenanza contra la Contaminación Acústica de Zaragoza por las consecuencias positivas que tiene para la ciudad y para que se apruebe en abril.

Esta plataforma, integrada por las asociaciones Escuela y Despensa, Lanuza, La Harta, La Huerva, Las Cuatro Plazas, Stop Ruido Casco Histórico y Vía Romana, ha comparecido por primera vez en rueda de prensa tras su constitución para afrontar el grave problema que provoca el ruido del ocio nocturno en la ciudad y para exponer su postura ante la nueva ordenanza de Zaragoza, en periodo de exposición pública.

Una normativa a la que la organización, como ha explicado Miguel Morte, ha aportado alegaciones durante todo el proceso participativo y que ahora "no se puede reducir al interés de los hosteleros o de la ciudadanía" en alusión a las críticas que desde el sector hostelero se ha lanzado contra la ordenanza y que piden paralizar.

En este sentido, desde esta organización se ha advertido que los bares "no tendrán que gastar ni un euro en reformas y si lo hacen es porque no cumplen la ley actual, no porque las normas las ponga ahora la ordenanza", al recordar que existe una ley de rango superior, la estatal, de 2001, a la que la de Zaragoza está obligada a adaptarse.

Desde Stop Ruido, su presidente, Antonio Pérez, ha subrayado que solo es una parte pequeña de la hostelería la que produce el daño y a la que hay que pedirle "respeto", de ahí que la nueva normativa les reconozca como "responsables solidarios".

Por eso, al portavoz de Escuela y Defensa, Pedro Martínez, le genera "inquietud" al tiempo que califica de "barbaridad" que el sector hostelero pida la paralización de la ordenanza cuando además, a juicio de Antonio Pérez, estos locales son el "germen" del ruido porque "cuando están abiertos hay ruido y cuando están cerrados, no".

Entre los argumentos que utiliza esta organización para dar una solución al problema del ruido, que, recuerdan, lleva 40 años sin solución, figuran la vulneración del derecho a la vida privada, a la salud, a la protección contra la contaminación acústica y a la inviolabilidad personal y familiar que establece la Constitución y a la relación directa que existe entre el ruido exterior y la actividad de los locales de ocio.

Para demostrar sus argumentos, la plataforma ha recurrido a la medición del ruido que se produce en determinadas calles con una empresa homologada que ha constatado que en las calles Mayor, Espoz y Mina y Cuatro de Agosto, donde se han instalado los sonómetros, entre el 44 y 52 % de las noches los valores se sitúan por encima del máximo establecido en los objetivos de calidad ambiental y está generando un "problema de salud pública".

Por su parte, la asociación vecinal Lanuza Casco Viejo ha decidido iniciar una campaña de información para advertir a los usuarios de las actividades entorno al Centro de Música Las Armas del problema sanitario que les supone el ruido y suciedad que se genera.

Todas estas organizaciones consideran un avance la nueva normativa y piden además la necesidad de declarar el distrito del Casco Histórico como zona de especial protección, estudiar la declaración de zonas saturadas y buscar un nuevo modelo de ocio.