La plataforma tecnológica Cabify no desplegará sus patinetes eléctricos en Zaragoza. El presidente de Cabify Europa, Mariano Silveyra, explicó ayer que, aunque se presentaron al concurso público, el ayuntamiento ha rechazado su oferta.

El consistorio ha tenido que tomar medidas ante la llegada masiva de empresas de alquiler de patinetes eléctricos y la gran acogida de los zaragozanos. Una de las primeras fue la de limitar a dos el número de empresas que puedan operar en la ciudad. En paralelo, empezó a trabajar en la redacción de la nueva ordenanza que, entre otras cosas, prohibirá que se pueda circular por las aceras.

Una vez entre en vigor, solo podrán hacerlo por los carriles bici y las calles pacificadas. Además, tendrán que estacionarse en los aparcamientos habilitados para patinetes y bicis compartidas y que han comenzado a señalizar en el Casco Histórico. Quienes decidan abandonar las unidades en mitad de la calle serán multados.

Cabify tenía intención de probar con el negocio de los patinetes en la ciudad ante la alta demanda que han experimentado las cinco empresas que operan actualmente. Un éxito que comparten con las bicis de uso compartido. En este sentido, la plataforma tecnológica no descarta traer a Zaragoza sus bicis, aunque no es un proyecto que barajen a corto plazo.

Las dos futuras empresas de alquiler de patinetes podrán ofrecer 850 patinetes cada una y que, si la demanda lo exige, podrían aumentarlos hasta los 1.700 por compañía. Este número está directamente relacionado con una de las condiciones: que lleguen a todos los barrios de la ciudad, dado que el servicio Bizi no lo hace. Para que esto se cumpla, de los 850 unidades, la ubicación de 500 la decidirá el consistorio, de modo que la empresa solo podrá decidir dónde sitúa 350. De hecho, es uno de los temas a tener en cuanta para la adjudicación del servicio. El contrato será de dos años.