El platanero de sombra tiende a desaparecer de las calles zaragozanas. Ésta es la tendencia que está siguiendo el Ayuntamiento de Zaragoza en cuanto a la población verde de la ciudad: reemplazar esta especie ornamental por otras menos aparatosas y, sobre todo, menos alérgicas, como el árbol del amor, el jabonero, los clásicos alibustres y los ciruelos, más caros pero más seguros. Este proceso de sustitución, que avanza a paso lento, no implica la tala de los plataneros que ya existen, sino su sustitución en caso de muerte o su colocación en las vías de nueva construcción.

Según el servicio municipal de Parques y Jardines hay varios criterios que se tienen en cuenta a la hora de plantar nuevos árboles, pero fundamentalmente se valora su capacidad alérgena y su porte. En cuanto al primero, el polen de plátano de sombra es la tercera fuente más importante de alergia para los aragoneses que padecen esta enfermedad --alrededor de 250.000 personas--, tras las gramineas y el olivo. Esta especie poliniza entre marzo y abril, lo que para muchos supone una temible avanzadilla de los síntomas de la enfermedad.

RAÍCES FUERTES Y PROFUNDAS Y, respecto a su gran tamaño, esta especie ha ocasionado numerosos problemas debido a la fortaleza y profundidad de sus raíces, que han llegado a perforar tuberías y canalizaciones. De hecho, el platanero crece con rapidez, alcanza dimensiones descomunales y puede incluso dañar balcones y fachadas. Además, se trata de un árbol que genera mucha hoja y ésta cae en verano de forma prematura debido al impacto de los hongos, lo que aumenta el riesgo de embozar las alcantarillas en caso de tormentas. A esto hay que añadirle que precisa de podas regulares y que tiene necesidades de agua muy elevadas.

El proceso de sustitución de esta especie, todavía mayoritaria en Zaragoza con 20.598 ejemplares (el 40% del total), es lento, pero Parques y Jardines ha comenzado ya a no plantarlo linealmente en las calles. Sin embargo, matizan desde este servicio, no todas las plantaciones dependen del ayuntamiento, como ocurrió en Vía Hispanidad. Esta avenida fue diseñada por el Ministerio de Fomento --árboles incluidos-- y la especie escogida fue precisamente la de los plataneros, lo que provocó un repunte en el número de ejemplares de la capital aragonesa.

Sin embargo, esta imagen no se repetirá, al menos en las calles de nueva creación. "Elegimos especies menos propensas a propiciar alergias, aunque estos árboles son más caros y suponen un desembolso mayor para el consistorio", aseguran fuentes de Parques y Jardines.

Así, las nuevas especies elegidas son árboles del amor --pequeños ejemplares con flores de color rosa--; jaboneros de la china --de porte mediano y flores amarillas--; alibustres, muy abundantes por su gran resistencia a la sequía, y ciruelos de flor.

También está condenado a desaparecer el pino, una especie todavía abundante en la capital aragonesa, con 6.517 ejemplares, debido a la debilidad de sus raíces y, en consecuencia, su escasa resistencia a la hora de soportar las fuertes rachas de viento habituales en la capital aragonesa.