Una concurrida plaza llena de curiosos vestidos del medievo y de visitantes contempló ayer la boda de Isabel de Segura con Pedro de Azagra. Las escenas incorporan novedades a lo largo de los años y en esta edición sorprendió un halcón al ser el encargado de entregar las alianzas a la pareja antes de contraer matrimonio. El punto de humor vino de la mano de un grupo de juglares, que amenizó la escena del compromiso con música y canciones provocativas para la época.
A pesar de que la fiesta comenzó el jueves por la noche, fue ayer viernes cuando la ciudad de Teruel empezó a despertar en el siglo XIII con el montaje del campamento medieval y el mercado. En sus calles ya se percibía el ambiente festivo, con puestos artesanales por doquier y las jaimas con sus diversos fuegos. Sin embargo, la mayor afluencia de público tendrá lugar hoy y mañana hasta mediodía, según manifestaron diversos comerciantes.
Los puestos artesanales y las tabernas ocupan las principales calles del casco histórico de la ciudad, congregando a la población en los escenarios más emblemáticos de Teruel que se convierten en el centro neurálgico de la fiesta. «Esta es la fiesta más bonita de España, tanto por la animación que hay como por a gente y el ambiente festivo. Es espectacular contemplar estas escenas de teatro en plena calle», destacó Eduardo Aguilar, comerciante de un puesto de orujos.
En la misma línea se mostró Sonia Murdaño, la encargada de una tienda de sacos térmicos, quien confesó que «la feria de Teruel le gusta especialmente por la recreación que se hace de la historia de amor y por los trajes de toda la población».
Además de la representación de la leyenda, los puestos ambientados en el medievo y los miles de turolenses vestidos de época contribuyen a crear una atmósfera única. «Es una fiesta muy animada y bien organizada. La fundación lo hace muy bien y ha conseguido que se convierta en un evento turístico de nivel nacional. La gente que viene un año repite porque merece la pena por lo bonito que es», apuntó Juan Sánchez, gerente de un puesto de inciensos y trajes de época.
FIESTA DEL PUEBLO
Tanto visitantes como autóctonos, recomiendan la fiesta por ser muy acogedora y por ser típica de Teruel. «Es la primera vez que venimos a los Amantes. Habíamos oído hablar de esta fiesta y hemos venido a verla. Nos quedaremos los tres días para ver la escena final en la que se pide a todos los asitentes que se den un beso», manifestaron Isabel Merino y Javier Sánchez, una pareja malagueña.
Cerca de 17.000 turolenses se visten de medievales para las bodas de Isabel de Segura, y parece que esta implicación se extiende a los visitantes asiduos a la fiesta. «Se calcula que cerca de 17.000 personas nos vestimos cada año en esta fiesta. Hay una gran implicación por parte de la población que participan activamente a través de las jaimas», explicó la alcaldesa de Teruel, Emma Buj.
Desde niños pequeños y mayores todos consiguen sus trajes de época para participar en la celebración. «A nosotras nos hicieron los vestidos nuestras abuelas y nos gusta esta fiesta porque es muy bonita y forma parte de nuestra historia», detallaron Lucía Sánchez y Paloma Yuste, dos adolescentes turolenses luciendo sus trajes.
Las jaimas son unas tiendas de tela en las que se reúnen amigos, familiares y conocidos durante los cuatro días de celebración de las bodas. Están repartidas por toda la ciudad y su función es animar y dar ambiente para contribuir con la fiesta. «Nos organizamos en grupos y repartimos las tareas. Tenemos este sitio en la plaza San Juan desde hace 11 años. Los que estamos aquí en el centro somos los que más tiempo llevamos porque si no montas hayma en dos años se pierde la plaza y pasa a estar disponible para otros demandantes», aclaró Óscar Valenzuela, de la jaima Locos y poseídas.
Estos grupos constituyen pequeñas organizaciones que forman puntos de encuentro para los turolenses. Algunas cobran un protagonismo especial, como la jaima de Amigos de Azagra, ya que tras la boda, le ofrecen un regalo al novio y le cantan para celebrar su matrimonio.
Los Amantes cuentan incluso con un cómic propio, creado por una editorial aragonesa con los dibujos de Juan Cebrianes y el guión de Santiago Gascón. «Como el libro salió el año pasado decidimos venimos a la fiesta porque pensamos que esta sería una buena oportunidad para darlo a conocer a la gente», expuso Daniel Villares, encargado de un puesto de tebeos.
