La responsable de Participación Ciudadana en el Ayuntamiento de Zaragoza, Elena Giner, recibió ayer una lluvia de críticas por su gestión de los presupuestos participativos. El pleno rechazó su proyecto y aprobó que se tomen las medidas necesarias para garantizar la viabilidad de que aquellos propuestas que han recibido más apoyos.

Giner trató de defender su proyectos estrella («estrellado» para la oposición) y explicó que aquellas peticiones que entrañen problemas no pueden seguir en el proceso porque así sí que se crearía «frustración» entre los zaragozanos.

El concejal del PSOE, Roberto Fernández, que defendió la moción de su grupo, calificó de «cacicada» la gestión de Giner y de «chantaje» el decreto que firmó advirtiendo que las juntas que no ratificasen los proyectos perderían el dinero. Acusó a Zaragoza en Común (ZeC) de querer utilizar los presupuestos participativos como «campaña electoral para disimular su nula gestión».

Desde CHA, cuya moción también salió aprobada gracias a los votos de los grupos municipales, salvo ZeC que votó en contra, Leticia Crespo aseguró que ZeC había dejado al descubierto su forma de gobernar: «quiere la participación pero sin los vecinos». A su juicio, el problema «está en la dirección política», es decir, en Giner.

Desde el PP, Patricia Cavero aventuró que la falta de «empatía» de Giner y de negociación, «van a matar los presupuestos participativos. Desde Ciudadanos, Alberto Casañal, aseguró que la gestión de este programa demuestra la «falta de democracia» que existe en el ayuntamiento y acusó a la concejala de «chantajear» a las juntas.