El Ayuntamiento de Zaragoza cambió ayer por unas horas de alcalde y de concejales. Un total de 31 niños tomaron el poder y sustituyeron a Belloch y su equipo de gobierno y pusieron el pleno y la ciudad patas arriba .

La idea era que los jóvenes, todos ellos de 10 a 16 años, expusieran por primera vez a los integrantes del consistorio su peculiar visión sobre la ciudad y todo lo que cambiarían de ella, en un proyecto denominado La ciudad que soñamos .

La sesión plenaria fue todo un éxito. Los cinco colegios --Zalfonada, Tomás Alvira, Recarte y Ornat, Agustín Gericó y Marcos Frechin--, participaron en esta iniciativa que organizó el ayuntamiento con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se celebra hoy.

Los niños hicieron su entrada triunfal entre sonrisas y suspiros de nerviosismo, tomaron asiento y cada portavoz de los colegios leyó las peticiones del centro sobre la ciudad. Tras la votación, el ganador fue el Recarte y Ornat, con Carlos Villar al frente, de once años, que leyó el manifiesto que resumía las peticiones de los pequeños.

El alcalde electo arrebató el sillón al primer edil zaragozano, Juan Alberto Belloch, aunque éste tuvo que ponerle un cojín para que llegara al micrófono. "Me ha hecho mucha ilusión y no me lo esperaba. Sobre todo ha sido una buena experiencia", declaró Villar.

Los participantes no se anduvieron con tapujos, hasta algunos aparecieron con la sudadera de la EXPO 2008 para apoyar la candidatura. Pero eso no suavizó las peticiones. La limpieza de los parques, jardines y riberas fue una de las reivindicaciones más repetida, aunque también la de la reducción del precio del transporte urbano, el acondicionamiento de más espacios de ocio, recreo y diversión para los niños y la integridad de los inmigrantes en los colegios y en el conjunto de la ciudad.

Tanta claridad arrancó alguna carcajada entre los verdaderos concejales y hasta el propio Belloch interrumpió el pleno para afirmar que eran peticiones difíciles. "Se intentará que se cumplan, pero no sé si será posible". Los niños eran conscientes de esto. "Se han reído mucho, por eso no sabemos si nos van a hacer caso... Esperemos que sí, que hemos pedido muchas cosas", relataba Taimir Faye, de 11 años y alumna del colegio ganador. Del Zalfonada, centro que dio la victoria con el voto de desempate --todos los colegios contaban con la posibilidad de ganar--, Daniel Gómez explicó que se habían quedado tristes. "Hemos votado al Recarte y Ornat porque nos han gustado las propuestas que han contado. Se parecían mucho a las nuestras", afirmó.

Aunque todos estuvieron muy emocionados, la mayoría de ellos aseguró que no se dedicaría a la política. "No nos gusta la política porque es muy aburrida. Les hace falta más diversión", sentenció Adrián Millán, del colegio ganador. A pesar de su poca empatía con las cámaras y la vergüenza inicial, el pleno se retransmitió en directo en la web del municipal.