El Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado hoy por unanimidad una moción que insta al Gobierno de la ciudad a abrir cauces de diálogo y negociación con la Iglesia católica que permitan incrementar los usos culturales y la accesibilidad del patrimonio artístico en sus manos.

En defensa de la iniciativa, la concejala socialista Lola Ranera ha reconocido que la relación Iglesia-Estado es un debate pendiente en la democracia actual, pero ha subrayado que el objetivo de la moción no es ahondar en la polémica de las inmatriculaciones, donde cree que el Ayuntamiento tenía un "sustrato de razón" en sus reclamaciones.

No obstante, ha apuntado que el conflicto "no soluciona para nada" estas relaciones y que el patrimonio es un elemento clave para atraer turismo.

Por su parte, el popular Pedro Navarro ha preferido centrar el debate en cómo "el peor gobierno de la historia" está "coartando" la libertad de los concejales de asistir a actos religiosos o a las empresas a la hora de acudir a la ofrenda de flores.

Ha acusado de "comunismo" al equipo de gobierno y ha comparado esta situación con la Feria del Libro, a la que también se destina dinero público.

De todos modos, ha tachado la moción de "innecesaria" porque no debería instar al diálogo solo con la Iglesia, sino "con todo el mundo" porque "están todo el día enfrentándose a todos".

El consejero municipal de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, ha coincidido plenamente con el carácter cultural de la moción, pero con matices, ya que ha reivindicado que ya existe colaboración con la Iglesia.

Igualmente, ha defendido que es compatible la coherencia ideológica de ZeC, en favor de la laicidad, con la colaboración cultural.

Cristina García, de Ciudadanos, ha destacado que la colaboración entre las instituciones es "imprescindible" y ha apostado por potenciar nuevos contenidos en los inmuebles de propiedad eclesiástica, siempre en consonancia con el lugar.

El portavoz de CHA, Carmelo Asensio, también ha compartido la idea y ha considerado "muy importante" ampliar usos y facilitar el acceso de la población al patrimonio, si bien ha matizado aspectos de la parte expositiva y ha insistido en que hay "muchas dudas" sobre la propiedad de los templos.