Podemos garantizó ayer que no votarán «a favor» en la reforma del impuesto de Sucesiones que se tramitará en las próximas semanas en las Cortes de Aragón. Sin embargo, el secretario general del partido, Nacho Escartín, evitó anunciar de forma expresa un voto negativo habiendo así la puerta a una abstención en función de cómo discurra la negociación parlamentaria. «No se decidirá el voto hasta que no se conozca con detalle el acuerdo al que han llegado el PSOE y Ciudadanos», indicó.

Escartín, que tiene pendiente una interpelación directa al consejero de Hacienda, Fernando GImeno, en el pleno de hoy, mostró, eso sí, su preocupación por la reducción de fondos públicos y la pérdida de progresividad que implican los cambios anunciados.

La portavoz de IU, Patricia Luquin, se mostró más contundente y anunció un voto negativo en todos los trámites que restan. «No podemos permitir bajo ningún concepto que un impuesto que afecta únicamente al 10% de la población aragonesa, y sin incidencia en la mayoría social, sea retirado», aseguró.

La diputada consideró que la comunidad «no se puede permitir» dejar de ingresar los 40 millones de euros anunciados para aprobar un pacto «que no puede ser mejorado» en ninguno de los sentidos si se mantiene «el punto de partida» avanzado por Gimeno.

El borrador del proyecto de ley que supondrá la modificación del impuesto de Sucesiones y Donanciones entró ayer a las Cortes de Aragón. Por el momento tiene que ser aprobado en la Junta de Portavoces para que pueda ser debatido en el pleno, algo que sucederá en las próximas jornadas. Formaciones del centro derecha como el PP o PAR, que han pedido en numerosas ocasiones cambios en este tributo, tampoco han aclarado si apoyarán la propuesta actual.