Podemos formalizó ayer su denuncia pública del incumplimiento por parte del Gobierno socialista aragonés del preacuerdo que alcanzaron, ya en diciembre del año pasado, para contratar un mínimo de siete meses a los integrantes del operativo de prevención y extinción de incendios forestales de la empresa pública Saraga. «Un año más, el Gobierno de Aragón está dejando sin personal los puestos de vigilancia en la época más peligrosa del año», criticó ayer el secretario general de la formación morada en Aragón, Nacho Escartín, en una visita a uno de estos puestos en Loarre, acompañado por el diputado autonómico Andoni Corrales.

Según los datos que manejan, el 61% de los trabajadores de los 80 puestos de vigilancia repartidos por Aragón tienen contratos de tres meses al año, un «claro incumplimiento» del compromiso en el que, dado que se firmó en diciembre del año pasado, «no se pueden poner excusas de tiempo ni problemas técnicos, sino de voluntad política», afeó Esccartín.

Según explicó en el lugar uno de los trabajadores de la empresa pública Sarga, Víctor Iguácel, en sus diez años contratado como vigilante de puesto «cada campaña hemos ido viendo reducido el tiempo de contratación», lo que según el vigilante no solo es un perjuicio para la plantilla, «sino para los aragoneses», que ven mermado un servicio «fundamental».

DETECCIÓN TEMPRANA / Según emplicó Iguácel, la plantilla de los puestos de observación es «clave», pues se encarga no solo de comunicar los incendios, sino de «orientar» a los primeros medios de extinción que se despliegan sobre la ubicación exacta del foco, para facilitar el operativo en el momento «más importante», el inicio.

De ahí que los trabajadores recibieran con sorpresa el anuncio del consejero de Joaquín Olona de que la contratación de efectivos para la campaña no iba a ser de siete meses, como se pactó, sino de tres, para hasta 170 de ellos.

A juicio de podemos, el asunto no solo afecta a la «seguridad de las personas», argumentó Escartín, sino a la despoblación. «Supone precarizar nuestro trabajo, pero también afecta a la vida en los pueblos, porque nadie puede vivir aquí trabajando solo tres meses al año», explicó el trabajador.

La formación morada añadió además que, con el cambio climático, los incendios se desestacionalizan, con lo que independientemente de que estemos en la época más peligrosa del año, hay riesgo durante muchos meses. Aragón no es ajena a ellos, ya que entre el 2001 y el 2014 fue la segunda comunidad autónoma, solo superada por Galicia, en la que los efectos de los incendios fueron más destructivos para el territorio.

Por otro lado, dos bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza que anteayer participaban precisamente en la exitinción de un pequeño incendio forestal en el Burgo de Ebro, junto con los efectivos de la Diputación de Zaragoza, sufrieron un golpe de calor por el que tuvieron que ser hospitalizados, por precaución, aunque según fuentes del cuerpo se recuperaron sin problemas.