Podemos Equo quiere que el futuro Gobierno de Aragón tenga una dirección general del agua que se encargue de derogar el actual Impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA) y lo reforme y que ponga en marcha una nueva cultura del agua para adaptarla a la Directiva europea y que no se reabra el debate en torno al trasvase.

La candidata de Podemos-Equo a presidir el Gobierno de Aragón, Maru Díaz, ha presentado este sábado esta propuesta relativa al agua en un acto desarrollado en Zaragoza junto a la candidata a la Alcaldía de la ciudad, Violeta Barba, y Pedro Arrojo, candidato al consistorio y uno de los impulsores de la Nueva Cultura del Agua.

Díaz ha recordado que su coalición apuesta por entender los ríos como "ríos vivos" y ha denunciado que Vox y Ciudadanos "reabran el debate" en torno al trasvase, y también el PP "según quien habla".

Por su parte, Barba ha insistido en que el ICA es un impuesto "injusto" y ha advertido que si no se impide en las urnas, el recibo subirá un 120 % superando los 100 euros por familia al acabarse la bonificación que hasta ahora tenían los zaragozanos, por lo que sólo un gobierno de Podemos-Equo en Aragón, en coordinación con el Zaragoza, "puede derogarlo".

Y ha remarcado que en estas elecciones los zaragozanos tienen que decidir qué modelo quieren para la ciudad en materia de impuestos: el de Podemos-Equo, que los subirá a los más ricos, bajará los impuestos para los que menos tienen y eliminará el ICA o el del PP de Jorge Azcón, que solo busca "bajar los impuestos a los que más tienen".

Barba ha lamentado que la incapacidad de llegar a acuerdos entre al alcalde y candidato de Zec a la reelección, Pedro Santisteve, y el Gobierno del PSOE, con el presidente Javier Lambán, y la candidata a la alcaldía, Pilar Alegría, haya provocado que los problemas de los vecinos de Zaragoza no se hayan resuelto y ha puesto el ICA como el ejemplo "más sangrante para los bolsillos de la gente".

Aunque también ha citado la deuda del tranvía, los juzgados, la cesión del Buen Pastor en Valdefierro o el Instituto de Miralbueno, paralizados por la "falta de diálogo" entre las dos principales instituciones de Aragón.