El grupo municipal de Podemos rescató ayer en el pleno de Zaragoza el debate sobre el ICA, a través de una moción en la que pedía no cobrar el recibo del 2019 hasta que no se reforme la ley que regula el impuesto autonómico. Un planteamiento en el que se quedó absolutamente solo y acabó embolicándose en su exposición hasta el punto de llegar a atacar el «gasto suntuario» de «los tiempos negros y oscuros del PAR» y su plan de depuración, siendo este uno de los partidos con los que ahora gobierna en la DGA y que, en teoría, debe sustentar esa revisión de la legislación que da cobertura a recaudar este tributo autonómico.

Pero además, por si fuera poco, el edil de la formación morada, Fernando Rivarés, se enteró en vivo que el pasado 17 de octubre, el propio Ejecutivo aragonés notificó al consistorio que han sido «desestimadas» las «188 reclamaciones» contra las liquidaciones de cobro al ayuntamiento que interpuso él el 14 de diciembre del 2018, cuando era el responsable de Economía y Cultura del Gobierno municipal de ZeC. Las ha rechazado todas la Junta de Reclamaciones Económico-Administrativas, dependiente del Departamento de Hacienda de la DGA, en la que ahora sí está la formación morada y de la que, dijo el concejal, está «muy orgulloso». Sus compañeros de partido, además, forman parte de la Consejería de Medio Ambiente que dirige Joaquín Olona, que ha accedido a reformar el ICA pero que también necesitará al PAR.

Su moción pretendía instar al Gobierno municipal de Jorge Azcón, de PP y Cs, a que pida al Ejecutivo cuatripartito autonómico que deje de cobrar el recibo a Zaragoza «hasta que el ICA muera». Aunque a la vez defendía su revisión, no su derogación, para que sea más progresivo y acabe siendo una tasa y no un tributo. «Me parece perfecto que defienda el no al ICA, pero usted forma parte del Gobierno de Aragón y es complicado decir una cosa y la contraria. El PAR es su socio, al que acaba de acusar de hacer pufos es con quien va a impulsar la reforma», le respondió Azcón.