El hospital Obispo Polanco, en Teruel, necesitaría más de 20 médicos para ajustar su plantilla y paliar así el déficit de facultativos que arrastra el centro mes tras mes. Este incremento de personal supondría al Salud alrededor de 1,3 millones al año (60.000 euros por médico) y desde el sindicato médico Cesm-Aragón consideran que «sería asumible» para la Administración. Así lo aseguró ayer a este diario Jesús Martínez-Burgui, presidente de la sección de Atención Especializada del colectivo y sanitario en el Polanco.

La situación que atraviesa el hospital se ha visto agravada por la marcha, esta semana, de la facultativa de Reumatología, quien llevaba un mes en el puesto cubriendo una baja maternal. Su salida deja cerrada la consulta, mientras Sanidad busca un profesional. «El servicio de Medicina Interna se hará cargo de parte de los pacientes y los que no se pueda, se derivarán a Zaragoza», precisaron fuentes de la consejería.

Reumatología es solo una especialidad más con problemas en el hospital de Teruel. De hecho, los trabajadores aseguran que la situación se extiende a «prácticamente» todas las áreas. «Siempre hemos exigido que como mínimo se necesitan dos médicos por especialidad. Hay que hacer guardias, respetar el derecho a las vacaciones y evitar la sobrecarga de trabajo que asumen los compañeros de plantilla ante la falta de más médicos», insistió Martínez.

Guardias / A la situación de Reumatología se suma la de Otorrinolaringología, con un solo facultativo a media jornada, y las guardias cubiertas con profesionales que van desde Zaragoza.

En Radiología, la plantilla está compuesta por 10 personas, pero 4 de ellos no hacen guardias; otros dos están en media jornada; otro se encuentra en una situación de excedencia. «Al final apenas hay cuatro profesionales para cubrir Atención Continuada y guardias, que es donde se genera un gran problema. Asumen un mínimo de 6 al mes y eso es una cifra excesiva, la media son 3 o 4. Eso supone una carga de trabajo tremenda y un esfuerzo físico y mental importante», apuntó Martínez. En este sentido, reiteró que Aragón tiene la Atención Continuada (guardias y noches) «peor pagadas» de España.

En el caso de Anestesia, la plantilla son 12 (antes eran 13 y el Salud amortizó una plaza), pero dos de los facultativos están exentos de la Continuada y una tercera las hace «por ayudar». Por tanto, de forma completa son 9 anestesistas para el hospital que deben asumir unas 60 guardias al mes (6 por profesional).

En Traumatología hay 12 plazas, de las que dos no hacen Continuada, por lo que deja al hospital con 9 sanitarios a turno entero. «El Salud debería ajustar las plantillas con una visión diferente, basándose en un pago de la Atención Continuada mejor, la conciliación familiar y unas plazas más atractivas», añadió Martínez.

incertidumbre / «Hay que aplicar el plan de incentivos, pero no solo con puntos, sino también la aportación económica, y sacar oferta de más plazas. Si se hace, seguro que a medio o largo plazo se cubren. Hay que tener visión de futuro o esto se muere», aseguró Jesús Martínez-Burgui.

Visto lo visto, los trabajadores del Polanco ya expresan su «temor» a la llegada del verano. «A ver qué pasa con las vacaciones y las sustituciones. Igual llega un momento en el que muchos dicen ‘me voy’. Esto no es vida y el dinero tampoco lo es todo, no se puede vivir prácticamente en el hospital. Esto solo pasa en Teruel», añadió el sanitario.

«Hay una sensación de hartazgo grande. Como esto siga así, muchos compañeros se van a ir y es una amenaza que cada vez está más cerca de que se convierta en realidad», apuntó Francisco Rodilla, del sindicato de Médicos. «Atención médica habrá, pero para determinados problemas habrá que ir a Zaragoza, con el consiguiente problema que eso conlleva», dijo Rodilla. «En 10 años se nos ha agudizado este problema y el Salud debe actuar, sobre todo pensando en el futuro. Ya no sabemos qué hacer para que nos hagan caso», incide.