Al margen de los nombres de calles, todavía existen en algunos barrios de Zaragoza placas conmemorativas a los caídos del bando franquista, como es el caso de Peñaflor o Montañana. En ambos barrios rurales, la placa se encuentra en la pared de la iglesia y existe una polémica abierta desde hace años entre los vecinos sobre si se debe trasladar y crear un monumento privado donde los familiares puedan recordar allí a los fallecidos.