El malestar del Gobierno de Navarra por la lentitud de las obras de la autovía Huesca-Pamplona en el tramo aragonés --frente a la rapidez con que se ejecuta en el tramo navarro-- levantó ayer una notable polémica en la provincia altoaragonesa y en la comunidad foral. Según publicó el Diario del AltoAragón, el Ejecutivo navarro --a través de su consejero de Obras Públicas, Alvaro Miranda,-- ha mostrado su preocupación por la marcha de la autovía y ha llegado a insinuar que Navarra se planteará qué hacer en su territorio si las obras en tierras oscenses no avanzan. La comunidad vecina no quiere construir con celeridad la autovía si va a desembocar en cuello de botella.Estas manifestaciones provocaron ayer diversas reacciones. El presidente del PP oscense, Antonio Torres, lamentó la "pasividad" del Gobierno central en la ejecución de esta obra, que provocará "un grave retraso" en los planes para acabarla en el 2008. Sin embargo, el diputado nacional del PSOE oscense José María Becana denunció que el origen del problema es que existió una falta de coordinación entre el Gobierno de Navarra y el anterior Ministerio de Fomento, dirigido por el popular Francisco Alvarez Cascos. Becana garantizó que esta situación ha cambiado radicalmente desde las pasadas elecciones generales, pues ya ha habido encuentros entre el Ejecutivo navarro y el ministerio, informó Europa Press

. El socialista añadió que si el eje lleva retraso es por el "abandono" al que lo sometió el anterior Gobierno del PP.