El Obispado de Tarazona rechazó ayer tener alguna responsabilidad sobre los retrasos en la restauración del ábside de la iglesia de San Andrés de Calatayud, y recordó que si el proyecto no se ha encargado todavía es porque este trámite se ha hecho atendiendo al criterio del Gobierno aragonés. El ábside lleva diez meses apuntalado por el grave peligro que suponían unas grietas de considerables dimensiones que se abrieron en sus muros.

En la primavera del año pasado se acordó que el ayuntamiento apuntalaría el ábside y encargaría los estudios geotécnicos, algo que se cumplió hace varios meses, mientras que el Obispado de Tarazona asumía la redacción del proyecto de restauración y el Gobierno autónomo la contratación de las obras.

ACUSACION DEL PSOE Esta semana, el concejal bilbilitano del PSOE Miguel Lavilla, afirmó que si las obras no habían comenzado aún era porque el Gobierno aragonés estaba esperando el proyecto que tenía que entregar la Diócesis. El Obispado de Tarazona, a través de un comunicado, indicó ayer que ese argumento es "desacertado" y que pretende "justificar el retraso" mediante "la imputación a una de las partes de defectos de dejadez".