La Policía arrestó el pasado jueves a un presunto traficante de drogas francés de 27 años, que se delató al fugarse de un control aleatorio en Zaragoza. Los agentes tuvieron que perseguirle durante 45 minutos hasta conseguir interceptar su coche, en el que llevaba oculto un alijo de 277 kilos de hachís, uno de los mayores decomisos en la provincia en los últimos años. Además de un delito contra la salud pública, pasó a disposición judicial por otro de atentado contra la autoridad, ya que hirió --levemente-- a uno de los agentes que le arrestaron al resistirse.

La Unidad de Prevención y Reacción (UPR) había establecido un control aleatorio el pasado jueves en la A-2, en el polígono Centrovía, en las proximidades de Zaragoza. En torno a las 23.30 horas, dieron el alto a un todoterreno, que según comprobaron después procedía de Marruecos, y se dirigía a Francia. Pero el conductor, según indicó la Policía, hizo caso omiso a las señales de los agentes y comenzó a huir del punto de control a gran velocidad.

Los efectivos de la UPR comenzaron una persecución que se prolongó durante 45 minutos, hasta que pudieron interceptar el coche a la altura de la localidad de Ontinar del Salz. Procedieron a detener al conductor, un ciudadano francés de 27 años, aunque se resistió al arresto e hirió a uno de los agentes.

Tras analizar el vehículo en busca del motivo de la fuga, los agentes descubrieron una caleta practicada en el maletero del coche, en la que comprobaron sorprendidos que trasladaba 277 kilos de hachís.