Once viviendas okupadas de la calle Pignatelli de Zaragoza fueron desalojadas este jueves por orden judicial en una intervención que contó con la presencia de varios coches de la Policía Nacional y la Policía Local, así como de numerosos operarios de una empresa de puertas de seguridad, encargados de cerrar las viviendas para evitar que vuelvan a ser okupadas. El desalojo múltiple se llevó a cabo en un único edificio, el número 76 de esta emblemática vía de la capital aragonesa, en la que, según relatan los vecinos, existen "otros muchos" edificios okupados.

En la operación, que comenzó a las 9.00 horas, se detuvo a una persona a la que, por estar en situación irregular en España, se le aplicó la Ley de Extranjería y se le incoó un expediente de expulsión del territorio nacional. Aunque no está confirmado oficialmente, se desalojó a una docena de personas, que no pusieron resistencia. A todos ellas se les identificó antes de abandonar el edificio. Los vecinos sostienen que en los pisos han vivido hasta ahora "muchas más", pero que a "esas horas de la mañana" no estaban. Algunas de ellas se llevaron enseres personales bajo autorización judicial.

Al parecer, los pisos desalojados son propiedad de distintas entidades bancarias que en su momento se pusieron de acuerdo para presentar una demanda ante el juzgado. Con motivo del desalojo, han hecho lo propio para contratar una empresa de puertas de seguridad que evite que los pisos vuelvan a ser okupados. "Se han marchado sin problema, pero les hemos oído decir --relató una vecina-- que este fin de semana lo van a intentar otra vez".

El inmueble en el que se ha producido el desalojo consta de 17 viviendas. "De las seis que quedan --añadió la misma vecina-- tres ya están clausuradas desde hace tiempo también por orden judicial". Las otras tres restantes, también okupadas, no han sido incluidas en la operación de este jueves por motivos que no han trascendido.

Coches de la Policía Nacional y de la Policía Local y furgonetas de una empresa de puertas, este jueves, en la calle Ramón Pignatelli de la capital aragonesa.

Los casos de okupación en la calle Pignatelli y anexas vienen de muy atrás. Los vecinos de siempre han visto cómo el barrio se ha ido degradando poco a poco, pese a sus advertencias y quejas sobre el aumento de delincuencia, trapicheo ("tráfico de drogas", matizan), ruido, suciedad ("mucha suciedad", recalcan)... Finalmente, decidieron unir sus fuerzas y organizarse para reclamar a las administraciones que actuaran con urgencia. También han contado con el apoyo de la asociación Calles Dignas.

"Parece que se nos empieza a hacer caso", decía este jueves una vecina de toda la vida ("he nacido en esta calle") después de ver la actuación policial. En la calle hay un sentir mayoritario que apunta a la "dejadez con este asunto" del equipo de gobierno anterior, el que encabezaba Pedro Santisteve, y el "mayor compromiso" mostrado por el actual alcalde, Jorge Azcón, que ya antes de tomar la vara de mando municipal se había interesado en muchas ocasiones por los problemas que afectan al barrio.

Una de las quejas principales pasa por la "okupación masiva", ya que son varios los edificios que han sido "tomados a la brava" en su totalidad en los últimos años. "Aquí no hay casos aislados. Pisos sueltos. Aquí hay casas enteras okupadas". Una de ellas, ubicada en el número 76, ha sido la que la Policía Nacional ha desalojado este jueves.

Otras fincas también casi okupadas por completo, siempre según el relato de los vecinos consultados, corresponden a los números 48, 51, 53 y 66 de la misma calle Pignatelli. "A ello habría que sumar el número 6 de la (cercana) calle de Agustina de Aragon". Este es un caso famoso en el barrio, ya que el colectivo vecinal es conocedor de que ya existe un alzamiento de desalojo ordenado por un juez, pero que no ha sido ejecutado por causas desconocidas. "En noviembre lLos okupas contratacaron alegando no se sabe bien qué en el juzgado y de momento ese desalojo está parado".