El intento de introducir un billete de 500 euros falso en un centro comercial de Zaragoza permitió desarticular una red a pequeña escala dedicada a esta actividad delincuencial en la Ribera del Ebro además de evitar que 2.500 euros en moneda ficticia entraran en el mercado.

La operación llevada a cabo por la Policía Nacional comenzó en el mes de junio cuando una vecina de la capital aragonesa pretendió adquirir material informático en un establecimiento comercial. No solo no lo consiguió, ya que los sistemas de detección de dicho centro lo evitaron, sino que además fue arrestada por el Grupo de Hurtos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

A partir de ahí comenzó una investigación que llevó a los agentes a identificar a un hombre una mujer en la localidad navarra de Tudela por, supuestamente, distribuir moneda falsa. Los tres fueron imputados por un delito de falsificación de moneda y estafa. Ahora el caso está en manos de la Brigada de Investigación del Banco de España que pretende determinar el origen de este tipo de billetes incautados. La mayoría eran por valor de 50 euros. El número de serie podría esconder el origen del mismo.

CALIDAD / Según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, la calidad de este papel moneda era buena, si bien los sistemas de seguridad como las marcas de agua no soportaban el consejo policial de «tocar mirar y girar». Y es que el papel con el que se elaboran los billetes de euro tiene un tacto firme y con relieves, además de poderse observar al trasluz una marca de agua, el hilo de seguridad y el motivo de coincidencia. Una prueba de autenticidad es que al inclinar el billete se pueda observar la marca de agua de la diosa Europa en su anverso y la banda o parche holográfico cambiante , así como en el reverso una banda de tinta que cambia de color.

La desarticulación de esta red no es la única que se produce en Zaragoza en los últimos meses. Fue en mayo cuando la Policía arrestó a un joven, Javier G. A., en el barrio San José que poseía una imprenta lista para falsificar 1.275.000 euros. También fueron arrestados cinco pasadores que realizaban la distribución en pequeños establecimientos que no disponían de máquinas detectoras de este tipo de moneda ficticia. En aquella ocasión, la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) evitó la inmediata puesta en marcha de 140.000 euros que estaban listos para ser instroducidos en el mercado.