La Policía Nacional ha evitado la fabricación y posterior llegada al mercado de 122 kilos de cocaína, la mayoría de la cual iba a ser autóctona, elaborada en un laboratorio establecido en un chalet de la localidad tarraconense de La Alforja. Lo iba a hacer el resurgido clan colombiano de Los Zapata, que solo tres años después de su última desarticulación había vuelto a operar y pretendía asentarse en Zaragoza. El Grupo I de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón ha detenido a sus nueve miembros entre Zaragoza y Cataluña, y desmantelado la sofisticada infraestructura reconstituida en la operación Hispania.

Hasta el momento de su detención, los cuatro cabecillas del clan estaban radicados en Cataluña, entre los municipios de Ruidoms, en Tarragona, y Sant Boi de Llobregat y Montcada i Reixac en Barcelona. Allí habían buscado un chalet, en La Alforja, donde iban a preparar un laboratorio de fabricación de cocaína, a partir de pasta base de la droga importada y precursores (químicos) comprados aquí, en grandes cantidades.

El objetivo era su venta en Cataluña, el Levante y Aragón, en cuya capital pretendían establecerse. Según explicaron ayer en rueda de prensa el jefe del grupo, Ángel Muñoz, y el de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) en la que se encuadra, Alberto Larripa, llevaban siguiéndoles la pista desde finales del año pasado, cuando tuvieron noticia de la actividad del grupo.

En Zaragoza, otros cinco componentes se dedicaban a distribuir la droga, que traían en coches caleteados (con escondrijos), que traían en un volumen importante aunque las distribuyeran al menudeo. La cantidad de droga ya elaborada decomisada durante la operación en Zaragoza fue importante, de dos kilos.

Según fuentes policiales, los investigadores tenían bastante perfilado el funcionamiento y los componentes de la organización, pese a las múltiples precauciones que tomaban como traficantes veteranos. Varios de ellos ya habían sido arrestados anteriormente. Pero a los agentes les faltaba poder pillarles con una importante cantidad de droga que pudiera enviarles a prisión, como así ha sido, preventivamente.

La oportunidad llegó cuando tuvieron conocimiento de un extraño envío de muebles desde Colombia, y el pasado mes de junio, a su llegada, lanzaron la operación. En el registro de estos muebles hallaron 32 kilos de pasta base de coca. Y en un trastero alquilado en Sant Boi, 94 garrafas y 16 botes con 2.366 litros de precusores, los distintos químicos que se usan para la fabricación de lo que se conoce como cocaína. Hubiera dado para 120 kilos de esta droga, unas ganancias de 3.000.000 euros, lo que convierte a la operación Hispania en el más importante golpe policial al tráfico de coca en Aragón.