Cinco jóvenes, cuatro de ellos menores de edad, agredieron presuntamente el martes pasado por la noche al chófer de un autobús de la línea 24 que les había requerido para que se pusieran la mascarilla, ya que dos de ellos no se la habían puesto al subir al vehículo en la parada situada entre el paseo de Echegaray y Caballero y la calle Fray Luis Urbano, en Zaragoza.

Los jóvenes, señalaron fuentes municipales, insultaron al conductor, le amenazaron, le escupieron en el momento de bajar del bus y, una vez en la calle, uno de ellos arrojó una piedra que rompió la luna de una ventanilla lateral.

«No es frecuente que pase una cosa así pero tampoco es un suceso aislado», manifestaron ayer fuentes de la compañía Avanza, que gestiona el servicio de transporte colectivo en la capital aragonesa. «Cada cierto tiempo se produce un hecho de estas características, si bien lo cierto es que ayer los daños no fueron cuantiosos», añadió.

El chófer presentará una denuncia por la agresión a la que está previsto que se sume la empresa. «No está de baja, sigue prestando servicio», informó la portavoz de Avanza.

"Actitud altiva y desafiante"

Los agresores, según el ayuntamiento, subieron al bus sobre las 21.00 horas «en actitud altiva y desafiante» desde el primer momento. Sin embargo, cuando llegó una dotación policial los jóvenes cambiaron de actitud, se callaron y provocaron la apertura de las puertas del vehículo pulsando el botón de emergencia.

Fue en ese momento cuando escupieron al chófer. Quedaron restos de saliva en la mascarilla del conductor, en su ropa e incluso en la mampara que le aísla de los pasajeros.

Los jóvenes se marcharon del lugar tras el incidente, pero fueron localizados en las inmediaciones por efectivos de la Policía Local. Los menores fueron entregados a sus progenitores tras comprobar sus identidades, que quedaron incorporadas a las diligencias policiales para la tramitación del caso por la Fiscalía especializa en asuntos relacionados con personas de menos de 18 años.

"No hubo agresión física"

Fuentes de Avanza señalaron que el chófer se vio obligado a intervenir por la actitud alborotadora de los jóvenes. Les llamó la atención al comprobar que algunos iban sin mascarilla y fue entonces cuando se produjeron los hechos. «Pero en ningún momento hubo una agresión física», precisaron.

El autobús que recibió la pedrada fue trasladado a los talleres de la propia empresa Avanza donde fue sustituida la luna afectada y el vehículo quedó listo para el servicio de nuevo. Se trata de un cristal que se puede abrir hacia el interior con el fin de ventilar la zona de los pasajeros.

Los daños fueron peritados porque los padres de los menores y el adulto supuestamente implicado en esta acción es posible que tengan que hacer frente a las indemnizaciones que se determinen judicialmente como responsables civiles.