El barrio Delicias de Zaragoza, el más poblado de la capital y en el que la incidencia del coronavirus está disparada, afronta una semana clave. Este lunes comienza a funcionar el dispositivo de control de la DGA sobre los nuevos casos positivos y sus contactos con el fin de garantizar que estos cumplen la cuarentena. Se les visitará en sus domicilios porque la sensación en el Departamento de Sanidad es que los aislamientos no se están cumpliendo. Y, si hace falta, el operativo está organizado de tal modo que la Policía Local y Nacional echarán una mano en el cumplimiento de las normas con las pertinentes sanciones.

Este fin de semana la presencia de las patrullas en las calles del barrio ha crecido y se han visto más agentes por el distrito. Algunos incluso paseaban ayer por la mañana, en varios equipos, por la peatonal calle Delicias, pero se desconoce si su presenciaba guardaba relación alguna con el coronavirus.

También las sanciones en la vía pública por no llevar mascarilla o por actitudes incívicas se sucedieron en un barrio en el que residen 100.000 habitantes, con un grueso número de población inmigrante entre la que ya están actuando los mediadores culturales para concienciarles sobre el coronavirus y la importancia de cumplir la cuarentena.

Pese a que lo que acontece en Delicias preocupa (y el dispositivo de la DGA podría aplicarse a otros barrios donde la incidencia sigue creciendo como San José o Las Fuentes), socialmente se siguen reproduciendo en esta zona de Zaragoza actitudes irresponsables y prohibidas, como es el caso del botellón. Este está vetado por orden de la DGA, así como también lo están las peñas y las reuniones de más de 10 personas en todos los territorios que se encuentran en fase 2. Sin embargo, en la noche del sábado varios jóvenes se siguieron reuniendo en las inmediaciones del parque Delicias, bebida y música en mano. Eran las 22.30 horas y algunos de ellos no llevaban mascarilla.

Situación de infravivienda / También en el parque Castillo Palomar varias zonas amanecieron ayer con restos de botellas. Concretamente, en las gradas del anfiteatro, situado en la parte más interior del parque, se podía apreciar esta basura consecuencia del botellón. Además, en una zona del parque más próxima a la calle Rioja había también botellas de cervezas por el suelo alrededor de unos bancos.

Por tanto, en medio de la ola de contagios que asola a Delicias las negligencias se repiten. Ya no solo en el caso del botellón, sino también en el mal uso de las mascarillas o en el no cumplimiento de los aislamientos. Ya decía el viernes pasado la consejera de Sanidad, Sira Repollés, que se desconoce cuánta gente positiva, sea asintomática o no, se estaba saltando la cuarentena en Delicias. Pero fue muy clara al trasladar que «la impresión subjetiva» (también lo ratificó el director general de Salud Pública, Francis Falo) es que los afectados no están cumpliendo.

Por eso se va a ir ahora in situ a las casas. Si el contagiado reside en un domicilio donde no puede guardar aislamiento o lo hace en situaciones de infravivienda, la DGA le ofrecerá un alojamiento alternativo. En última instancia, si no hay voluntariedad y responsabilidad de cumplir, intervendrá la Policía.