Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón detuvieron el pasado lunes 15 de febreroen Zaragoa a B. E., de 38 años, como presunto autor de los delitos de falsedad documental y contra la salud pública. Poseía muchas pastillas y recetas falsas de un fármaco que, mezclado con sustancias como el hachís, produce una sustancia conocida como karkub

La detención se produjo en torno a las 15.30 horas en una céntrica calle de la capital aragonesa, cuando agentes motorizados de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana observaron a quien posteriormente resultaría detenido, que ante la presencia policial mostró una actitud esquiva y huidiza, lo que provocó que se procediera a su identificación.

Durante el cacheo de seguridad, los agentes localizaron más de 1.500 comprimidos del medicamento Rivotril y casi una treintena de recetas con las que se podían haber adquirido más de 3.200 dosis del mismo fármaco.

Una sustancia barata que se extiende desde Marruecos

Una sustancia barata que se extiende desde MarruecosEl Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito Centro de Zaragoza se hizo cargo de la investigación policial de los hechos, que concluyó con el pase a disposición judicial del detenido, a quien se le decretó el ingreso en prisión después de ser oído en declaración.

El Rivotril, debido a su principio activo a base de clonazepam (Lista IV de Convenido de Viena de 1971 sobre sustancias psicotrópicas) es la base para la elaboración de una droga conocida en Marruecos como karkubi.

El karkubi se elabora mediante la mezcla de hachís y rivotril (clonazepam), lo que dota al compuesto un elevado poder psicotrópico, que al ser mezclado con alcohol o pegamento proporcionando en su conjunto efectos alucinógenos en la persona que lo ingiere.

Esta droga tiene su origen y distribución en las zonas humildes de Marruecos donde es consumida por personas con bajo poder adquisitivo, de allí que sea popularmente conocida como la “droga de los pobres”.

Consumo en aumento en España

Consumo en aumento en EspañaEn nuestro país, desde unos años atrás, se ha ido extendiendo el consumo de esta sustancia sobre todo entre la población más joven.

La Jefatura Superior de Policía de Aragón se advierte al colectivo farmacéutico de este hecho y se recomienda que ante cualquier duda sobre la autenticidad de una receta o su contenido se pongan en contacto con Policía Nacional.

La dispensa excesiva de este medicamento puede suponer un doble riesgo para la salud, primero por la posible distribución sin el debido control facultativo del medicamento en sí y por otro lado el riesgo que supone al ser mezclado con otras sustancias psicotrópicas como el hachís, alcohol u otros.