La Policía Nacional investiga el origen del arma utilizada por Luis Pedro Rocafull Gutiérrez, el hombre que ayer acabó suicidándose tras pasar 20 horas atrincherado en su bar de la calle La Salina.

La Brigada de Homicidios y la Científica pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía en Aragón quieren saber dónde pudo comprar el pequeño revólver utilizado para terminar con su vida cuando miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) del Cuerpo Nacional de Policía decidió entrar en el interior del bar, momentos después de usar una batería de gases lacrimógenos y aturdidores que pretendían evitar este trágico final.

La fecha de la adquisición de la pistola y de la munición será relevante en estas pesquisas, así como si la pistola proviene del mercado ilegal y si ha sido utilizada en algún otro suceso anterior por otra persona, señalan fuentes policiales. Por ello, ayer por la mañana varios agentes volvieron al Maxi-2 para localizar el casquillo de bala que acabó de un tiro en la cabeza con la vida de Luis Pedro Rocafull Gutiérrez. Lo consiguieron, ya que se suicidó en un pequeño habitáculo en el que accedió ante la decisión policial de acceder al interior, después de agotar todas las negociaciones y de ver que la teoría del cansancio no daba sus frutos.

Estas mismas fuentes reconocen que hubo varios momentos en los que el finado estaba semidormido que fueron aprovechados por la Policía para acceder con sigilo, si bien al mínimo ruido se ponía en alerta y aumentaba su nerviosismo.

Además de estas labores de búsqueda, los agentes también tomaron diferentes muestras y fotografías para esclarecer el caso. Durante las mismas, tuvieron que salir al exterior para beber agua y secarse los ojos ante la gran concentración de gases que todavía había en el interior del establecimiento. Hubo un momento en el que no pudieron más y pidieron a los Bomberos de Zaragoza que limpiaran el ambiente con dos potentes ventiladores.

Pasión por las armas

Luis Pedro Rocaful Gutiérrez tenía «verdadera adoración» por las pistolas y los fusiles, reconoció Íker, un íntimo amigo de este hombre. «No sé si la pistola con la que desgraciadamente se mató era la misma que tenía en su casa desde hace años, pero tenía dinero suficiente como para tener una cuando quisiera», apostilló, mientras recordaba que en su última foto en el whatsapp aparecía con un kalashnikov en las manos.

Visiblemente compungido por la muerte, este hombre destacó que su expareja Fátima Sánches «fue su ruina». «Antes de montar este bar, ella tenía uno en la avenida de Madrid, el Delfín Azul, y siempre le estaba pidiendo dinero para pagar la luz, el agua o al proveedor de cerveza», recalcó. Íker calificó a Luis Pedro Rocaful como «un hombre bueno y muy influenciable, que siempre sacaba la cartera a pasear porque el dinero no le preocupaba, ya que había ganado mucho en refinerías árabes».

La autopsia revela que la víctima murió de un tiro en la sienLuis Pedro Rocaful Gutiérrez murió al instante de un tiro en la cabeza. Según el informe forense realizado en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) fue de un disparo en la sien. La víctima estuvo 20 horas atrincherado en las que los investigadores suponen que hubo consumo de alcohol. Ante ello, se le extrajeron muestras que serán analizadas en el laboratorio de toxicología. Por otra parte, los médicos localizaron pólvora en la mano derecha del fallecido para así confirmar que fue todo un suicidio. De esta forma se rechazaría cualquier fuego realizado por la Policía.