Un policía local que se encontraba fuera de servicio ha reconocido este martes a seis militares de la Guardia Real como los autores de la presunta agresión racista sufrida por un hombre de nacionalidad argelina residente desde años atrás en Jaca (Huesca), del que ha asegurado ser amigo.

En la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Huesca por estos hechos, que también sientan a la presunta víctima, denunciada a su vez por los letrados de dos de los acusados, este policía local ha asegurado que los militares formaban parte de una turba de quince a veinte personas implicadas en las agresiones.

Ha explicado que la madrugada del 26 de enero de 2014 en la que ocurrieron los hechos, mientras se encontraba en la barra de un bar de ocio nocturno con su novia, vio salir a la víctima y a otro amigo de los servicios del establecimiento empujados por un grupo de personas.

Ya en la calle, ha relatado, un grupo de personas, entre los que ha identificado a los seis acusados, que se enfrentan a una petición fiscal por presuntos delitos de lesiones a penas de 3 años y que la acusación particular eleva a 5, se abalanzaron sobre ellos y comenzaron a agredirles.

Antes de escapar, ha añadido, escuchó que desde el grupo de agresores se insultaba a su amigo argelino con expresiones como "moro de mierda, musulmán o negro".

La pareja de este policía local, que también denunció su agresión, por la que el fiscal pide para los seis militares una pena añadida de 2 meses de multa a razón de 6 euros diarios (360), ha confirmado la existencia de la paliza pero ha asegurado no poder reconocer a los agresores.

Otros testigos que han declarado, entre ellos dos hermanos de la localidad que también aseguran haber recibido golpes durante el tumulto por parte de personas que no llegaron a identificar, han confirmado, asimismo, las agresiones.

Durante la vista, agentes de las policías Nacional y Local de Jaca han explicado a su vez al tribunal que al llegar al lugar de los hechos se encontraron a un grupo de personas empujándose entre sí, la mayor parte bajo los efectos del alcohol.

Han explicado que en ese momento, un grupo de militares se acercaron a ellos para decirles que habían sido agredidos por una persona de raza árabe y otra blanca.

El juicio continuará mañana con las declaraciones de otros testigos, entre ellos el amigo de la víctima que se encontraba con él en el baño antes de producirse los incidentes, y seguirá hasta el viernes con la comparecencia de peritos forenses y la exposición de conclusiones de acusaciones y defensas.