La nueva ordenanza reguladora de los patinetes eléctricos será reformulada y ampliada a lo largo de la actual legislatura en el Ayuntamiento de Zaragoza y, a la vista de lo que se está produciendo en la calle, quizá se debería hacer algo más. Sobre todo por el civismo y el conocimiento de la normativa, y más concretamente en lo referente al estacionamiento, que es lo que más problemas está dando. Y lo demuestra que la Policía Local, en solo dos meses de vigencia de esta ordenanza, ha impuesto «un total de 41 denuncias», de las cuales 27 eran de carácter grave y y 14 leves, y la totalidad estaban «relacionados con el aparcamiento».

Así lo anunció la responsable de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, que ayer se estrenaba presidiendo la comisión plenaria de control al Gobierno PP-Cs. La concejala conservadora aseguró que ya tiene en mente una batería de medidas al respecto, entre ellas la revisión de la norma y su ampliación «a otros vehículos de movilidad compartida como las bicicletas y las motos», y que regular la circulación es una de sus prioridades dado el auge que están teniendo estos nuevos hábitos de desplazamiento. En el total de los que existen, ya representan, aseguró, «el 3%» de todos los movimientos que se realizan en la ciudad, aunque «la percepción es que la cifra es mucho mayor».

COMPROMISO VERBAL

Aunque puede que tantas infracciones tengan que ver con el problema que apuntó el antecesor de Chueca en el cargo de responsable de Servicios Públicos, Alberto Cubero. El edil alertó que de las dos empresas que tienen licencia para operar en Zaragoza, Circ (antes Koko by Flash) y Reby Rides, deberían haber instalado ya estacionamientos específicos para patinetes eléctricos. Estos, explicó, tenían que haber invertido «7.500 euros cada uno», de los 30.000 en mejoras que establecían los pliegos de condiciones, «en el plazo de un mes». Este margen ya se ha cumplido y no están colocados todavía, ni hay constancia de si tienen intención de hacerlo a corto o medio plazo.

Cubero se refería así a una problemática que, relató, va más allá del incumplimiento de los compromisos de la adjudicación. Y es que al no colocarse estos aparcamientos específicos lo que está sucediendo, relató, es que los aparcabicis municipales, pensados para bicicletas y especialmente los que se pusieron en el centro de Zaragoza, se encuentran «llenos de patinetes y no de bicis», por lo que no dejan a los ciclistas estacionar.

«Me da la impresión de que ya les está perdonando algo», le dijo a Chueca, «la primera en la frente». «Yo vengo en bicicleta todos los días al centro y es imposible encontrar un aparcamiento donde dejarla. Aparque usted en el centro. Me da a mi que eso no le importa mucho», recriminó.

«La bici es uno de los medios de transporte que uso habitualmente, debería usted informarse antes de hablar», le replicó la concejala conservadora, quien además le recordó que ese compromiso de las empresas que Cubero apuntaba «difícilmente será exigible». Porque al propio concejal de ZeC, cuando estaba en el Gobierno de Zaragoza, se le olvidó reflejar en los pliegos que esa cuantía, 7.500 de 30.000 en mejoras, debían destinarse obligatoriamente a esa finalidad. «No hay ningún aparcamiento previsto porque no se reflejó en los pliegos, no hay ninguna obligación contractual», afirmó.

A todo esto, desde la empresa Circ respondieron, en declaraciones a este diario, que «una de las prioridades es garantizar el orden urbano y la seguridad ciudadana» y aseguran estar «dedicando mucho esfuerzo y recursos a concienciar sobre cómo y dónde aparcar», que están «bonificando el 50%» a quienes estaciones en un aparcabici y que «uno de cada tres viajes» así lo hace. Y que ha seleccionado «210 puntos» en Zaragoza para construir esos aparcamientos específicos, llamados P, de los que hablaba Cubero. Sobre la inversión, dijo estar hablando de ello con Movilidad.