La Policía Local de Zaragoza ha intervenido y puesto a disposición judicial en dos años casi 2.000 vehículos cuyos conductores habían sido detenidos cuando cometían delitos contra la seguridad vial.

La reforma del Código Penal que entró en vigor el 21 de diciembre del 2010 determinó que, a partir de esa fecha, el coche sería considerado en todas las infracciones contra la seguridad del tráfico como un instrumento del delito, a la vez que habilitaba a las fuerzas de seguridad para intervenirlos en el momento en el que interceptaban al delincuente.

Solo en los diez días que esta norma estuvo vigente en el 2010, la Policía Local de Zaragoza intervino 151 vehículos, según los datos facilitados por el ayuntamiento de la capital aragonesa. Al año siguiente el número de actuaciones se disparó hasta los 997, mientras que en los once primeros meses de este año fueron objeto de intervención policial otros 827 automóviles, lo que sitúa la cifra total en 1.975.

Los vehículos, la práctica totalidad de los cuales son turismos, son trasladados desde el lugar de comisión de la infracción hasta el depósito municipal. La Policía Local comunica la intervención al Juzgado de Guardia en el atestado que entrega junto con el detenido.

DESTINO El juez que posteriormente enjuicia el asunto decide el destino del coche: devolución, subasta para cubrir la responsabilidad civil derivada de los daños o lesiones que hubiera causado el conductor, entrega a este con un embargo preventivo para impedir que pueda enajenarlo e, incluso, ordenar su destrucción.

La Policía Local de Zaragoza tiene en la seguridad vial uno de sus principales cometidos, junto con los de seguridad ciudadana y orden público que comparte con el Cuerpo Nacional. En tres años que van del 2009 al 2011, según señala la Memoria Anual de la Fiscalía Superior de Aragón, sus agentes detuvieron o imputaron a 4.096 automovilistas como autores de delitos contra la seguridad vial.

INFRACCIONES Más de la mitad de los delitos contra la seguridad vial que se cometen en Zaragoza consisten en conducir bajo los efectos del alcohol y/o las drogas. La Policía Local levantó 2.344 atestados por la primera infracción en esos tres ejercicios, mientras que el consumo de estupefacientes llevaba a otros 78 conductores ante el juez.

La conducción en estado de embriaguez experimentó en esos años un descenso de más del 14% al caer de 870 casos en el 2009 a 747 en el 2011. Pasó lo mismo con las 161 negativas a soplar, que pasaron de casi 70 el primer año a menos de 50 el tercero.

El segundo grupo de infractores lo integran los conductores sin carnet. La Policía Local interceptó en esos tres años a 658 personas que se sentaron al volante sin haber tenido nunca carnet, cifra que se redujo a menos de la mitad del primer año al tercero. A estos hay que sumarles los 513 que habían perdido los puntos y otros 203 que se habían quedado sin permiso por orden judicial o sanción administrativa.

Los fittipaldis que pilotan de forma temeraria o solo con exceso de velocidad fueron únicamente 70 en ese trienio.