La Policía Local de Zaragoza, en colaboración con la Dirección General de Tráfico, inicia mañana y hasta el día 18 una campaña de vigilancia y control de la velocidad en las calles de la ciudad, para lo que se emplearán el máximo número de medios humanos y materiales disponibles.

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza consideran que la realización de controles de velocidad es "fundamental para crear hábitos beneficiosos en los conductores que, posteriormente, se reflejan en el comportamiento en carretera".

El cumplimiento de las normas de velocidad, además de una mejora de la calidad de vida en las zonas urbanas y que evita el peligro para la vida de peatones y ciclistas, supone también un importante impacto en el medio ambiente y el consumo de combustible, informan fuentes municipales en una nota de prensa.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, en caso de atropello en las zonas urbanas, a partir de 50 km/h la tasa de fallecimiento del peatón es del 80 %, mientras que a 30 km/h el riesgo de muerte se reduce al 10 % y a partir de 80 km/h las posibilidades de que el peatón no fallezca son prácticamente nulas.

En el caso de los ocupantes del vehículo, la velocidad máxima a la que el cinturón de seguridad puede protegerlos es de 70 km/h en caso de accidentes frontales y de 50 km/h en impactos laterales.

Dichas fuentes recuerdan que el incumplimiento de las normas de velocidad está tipificado como infracción grave o muy grave y puede suponer la pérdida de entre dos y seis puntos, en función del exceso de velocidad cometido.