La actuación del policía local Raúl Gurrea en la madrugada del pasado domingo que salvó la vida a un joven apuñalado en Zaragoza ha dejado al descubierto la falta de medios en materia de primeros auxilios no solo de la Policía Local, ya que los parches torácicos empleados los pagó el agente de su bolsillo, sino también en el Cuerpo Nacional de Policía y en la Guardia Civil. ¿Podrían evitarse casos como el crimen de la calle Princesa en el que un joven fue herido de muerte de una puñalada en la pierna?

Para el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) y la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) el hecho de implementar este tipo de kits tácticos de primeros auxilios sería «fundamental», ya que en la mayoría de las ocasiones son los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad los primeros en llegar a un suceso y, por tanto, poder estabilizar a un herido a la espera de que lleguen los equipos sanitarios.

Actualmente cuentan con guantes de nitrilo, mantas térmicas y un equipo de salvamento que consta de un flotador y una cuerda. Este último lo suelen llevar los coordinadores de los grupos policiales que están activados. No obstante, al igual que en la Policía Loca, hay agentes de ambos cuerpos que han adquirido a título personal esta especie de mini botiquines cuyo valor en el mercado ronda los 160 euros (ver gráfico). Una circunstancia que impide saber cuántos tienen.

También se ha generalizado la compra de barreras higiénicas para practicar la reanimación boca a boca. Como señalan desde la AUGC «de qué sirve la protección que ofrecen los guantes de nitrilo si luego para hacer un auxilio de estas características te obligan a intercambiar fluidos». Cuestan alrededor de 7 euros.

AUMENTO DE VENTAS

Un desembolso personal que no solo responde a la asistencia de víctimas, sino también a la autoprotección. Así lo destaca Nacho Roa que está al frente de Distripol, una tienda situada en la calle Cortes de Aragón y que está especializada en material policial y militar. «En estos momentos, por ejemplo, tengo agotado el kit empleado por el agente de la Policía Local porque ha habido varios agentes que se lo han llevado al ver la efectividad del mismo», destaca, mientras apunta que, por ejemplo, el parche torácico que se le colocó al apuñalado «solo cuesta 33 euros y si un agente recibe el impacto de una bala puede taparse la herida tanto en el orificio de salida como en el de entrada sin peligro de desangrarse». «Muchos son conscientes de que un compañero puede salvarles la vida con ese simple gesto», apostilla.

No obstante, tal y como señala Roa, este kit va unido a la formación en técnicas de auxilio. La realidad, al igual que con la falta de medios, es que el Ministerio del Interior no imparte ciclos de formación salvo cuando realizan sus estudios. Para suplir ese déficit, muchos agentes reciben de forma voluntaria cursillos. Es el caso de los guardias civiles que se forman de la mano de los voluntarios de DYA Zaragoza, mientras que los policías hacen lo propio de la mano de sus sindicatos. Ellos saben más que nadie el valor del tiempo.