Agentes de Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada a la sustracción de vehículos todoterreno de lujo. Además, han detenido a un total de nueve personas en Gupúzcoa, Calatayud, Alcobendas y Madrid, y han recuperado 20 vehículos de alta gama que habían sido robados cuyo valor asciende al millón de euros. La organización criminal estaba compuesta por ciudadanos búlgaros especializados, algunos de ellos, en el robo de vehículos y, otros, en la falsificación de sus elementos identificativos. Utilizaban un novedoso sistema de falsificación, ya que la documentación y las placas de matrícula eran alteradas en países del extranjero, fundamentalmente en Suecia, y posteriormente enviadas a España para falsificar los elementos más identificativos de los vehículos.

La investigación se inició a finales de 2017 cuando los agentes recuperaron, en la zona de Valdebebas de Madrid, un vehículo con placas de matrícula dobladas que había sido sustraído en Las Rozas. Tras varias gestiones, los investigadores descubrieron que un ciudadano armenio había obtenido 24 placas de matrícula de manera fraudulenta. Todas ellas correspondían a vehículos de una misma marca y fueron entregadas a otros integrantes de la organización no identificados hasta el momento. Posteriormente, comprobaron que todas las placas se utilizaban para matricular vehículos -en Francia, Bulgaria y Finlandia- que habían sido robados en España.

SISTEMA DE FALSIFICACIÓN

Los especialistas en falsificación de la organización utilizaban un novedoso sistema. Recibían del extranjero la documentación y las placas de matrícula, fundamentalmente de Suecia, que habían sido falsificadas allí. A continuación, con el “kit” que habían recibido, alteraban los elementos identificativos del vehículo robado (número de bastidor y placas de matrícula). De esta forma, el coche robado obtenía una apariencia de legalidad que permitía entregarlos a los conductores de la organización, quienes finalmente lo trasladaban fuera de España. Además, para evitar ser descubiertos durante el proceso, se desplazaban a zonas despobladas, en las que la vigilancia resultaba muy difícil, y llevaban a cabo las falsificaciones.

En la última fase de la investigación, los agentes detuvieron a los integrantes de la organización y una serie de herramientas que utilizaban para dicha actividad. Entre los efectos intervenidos se encuentran: dispositivos electrónicos de última generación para el robo de coches, documentación y placas de matrícula falsas, un fracturador y extractor de bombines, y stickers y números de bastidor para falsificar el VIN de los vehículos.