David Pellicer Criado escuchó ayer desde el banquillo de los acusados como el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón desmontaba su versión en la muerte de su mujer, Raquel, el 25 de junio del 2018 en Zaragoza. Ante el jurado popular, los agentes insistieron en que el encausado buscó cómo cometer el crimen y que la víctima fue abordada por detrás sin tiempo a defenderse.

El que fuera jefe de la investigación en el momento de los hechos, explicó que en tres días diferentes, 18, 20 y 22 de junio, Pellicer Criado hizo búsquedas a través de su teléfono móvil de cómo matar. Resaltó uno de los títulos en los que se señalaba: 11 maneras de matar, manual del asesino en serie. «El primer día busca cómo matar y ya el último concreta las formas de hacerlo», señaló a preguntas de la abogada de la DGA, que actúa como acusación popular en la causa, Paloma Suero. El agente, que actualmente está destinado en Cataluña, resaltó que el encausado llegó a hacer búsquedas sobre sentencias para averiguar cuál iba a ser su futuro, tras ser detenido.

Este policía que analizó el teléfono móvil de Pellicer Criado aseveró, a preguntas de la fiscala especial contra la Violencia de Género, Paloma Sopeña, que en los mensajes que este intercambiaba con la fallecida se observaba control y que él era desconocedor de la supuesta relación sentimental que la víctima tendría con un tercero.

El actual responsable de este grupo policial describió la escena del crimen, explicando que «no estaba desordenada» y, por lo tanto, rechazando el relato realizado en la jornada anterior por parte del procesado, quien dijo que en un momento dado hubo un forcejeo y que cayeron al suelo, momento en el que ella murió. De haber sido así, según el agente, la habitación hubiera presentado desorden. «Hasta los perfumes estaban encima de la cómoda», explicó.

ATAQUE SORPRESIVO

También añadió que Raquel, con la que el acusado tenía una niña de 10 años, no presentaba signos de violencia propios de una defensa. De ahí que afirmara que el ataque a Raquel fue «sorpresivo y sin ninguna opción de respuesta». Añadió, a preguntas del abogado de la familia de la víctima, Noé Gabás, que «tampoco el acusado presentaba arañazos realizados por la víctima al tratar de luchar para no ser asfixiada».

Asimismo, incidió en que la cama no presentaba arrugas de haber estado los dos en la cama, tal y como mantuvo Pellicer Criado y que llevaba ropa interior. Una afirmación que puso en entredicho la abogada de la defensa, Carmen Sánchez Herrero, quien explicó que Pellicer estuvo nada menos que cinco horas consumiendo drogas y alcohol en esa habitación y que «la víctima se había operado los pechos y los médicos recomiendan no quitarse el sujetador».

CONFESIÓN

El jurado también pudo escuchar a los agentes a los que el enjuiciado confesó el crimen. Ambos estaban en la Jefatura Superior. Explicaron que hasta dio las llaves del piso para entrar. Estos agentes han añadido que el acusado les resaltó que estaban en la cama y que ella le dijo de romper la relación cuando “la estranguló sin darse cuenta”. También ha afirmado que presentaba una imagen de “somnolencia” que podría ser fruto del consumo de alcohol y drogas que el enjuiciado explicó ayer. El acusado afronta 28 años de cárcel. El juicio continúa este miércoles con las declaraciones de familiares y amigos de ambos.