El nivel cuatro de alerta antiterrorista activado en España, unido al último atentado con un camión ocurrido en Suecia, ha llevado al Ministerio del Interior a extremar las medidas de seguridad y redoblar la presencia de agentes en las calles durante la celebración de las procesiones y vía crucis, tal y como ya ocurrió durante las fiestas del Pilar.

Donde especialmente se ha incrementado el control es en Zaragoza cuya Semana Santa está declarada de Interés Turístico Internacional y es seguida cada día por miles de personas. También en las localidades de la Ruta del Tambor y el Bombo que se celebra en el Bajo Aragón, entre las que destaca Calanda cuya Rompida de la Hora es reconocida mundialmente.

Según fuentes consultadas por este diario, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tienen orden de parar y pedir la documentación a todo camión o furgoneta que se sitúe en las proximidades de los recorridos penitenciales. A ello se une la vigilancia que realizan agentes de uniforme provistos de rifles con los que poder repeler un hipotético ataque, así como la presencia de agentes de paisano. Los primeros perimetran las calles por las que discurren los recorridos penitenciales oficiales, mientras que los policías que no van uniformados se sitúan entre las personas que asistenten a las mismas.

Completan estas labores los efectivos de la Policía Local. En la capital aragonesa, por ejemplo, además de regular el tráfico tienen el cometido de evitar que se produzca cualquier tipo de incidente entre los fieles que participan en las procesiones y los ciudadanos contrarios a estas representaciones que unen fervor y cultura. De hecho, según fuentes consultadas, el pasado Domingo de Ramos tuvieron que intervenir en la plaza de La Magdalena al paso de La Humildad. Los agentes tranquilizaron los ánimos de varios ciudadanos que gritaban al paso del Señor Entregado por el Sanedrín. Llegaron a advertir de que si no cejaban su actitud serían requerida su documentación para ser identificados.

Una presencia policial que ayer Martes Santo era claramente visible en las procesiones y vía crucis que realizaron siete cofradías zaragozanas. La Piedad, El Huerto, La Crucifixión, La Eucaristía, La Verónica, El Descendimiento y El Despojado procesionaron con sus pasos y peanas por las vías zaragozanas sin registrar ningún tipo de incidente.

El grado cuatro se estableció en junio de 2015 tras los atentados de Túnez, Francia y Kuwait. El atropello múltiple en Berlín el pasado diciembre, con 19 víctimas mortales, hizo que el Gobierno decidiera mantenerlo indefinidamente. Aragón cuenta con unos índices de delincuencia muy inferiores a la media nacional, si bien, el hecho de que el Gobierno mantenga la alerta por riesgo de atentado terrorista, previo al máximo de nivel cinco, obliga a aplicar las mismas medidas de seguridad en todo el país, tal y como se acordó en una Junta de Seguridad en la que participaron todas las administraciones de la comunidad.