La Policía de Zaragoza interceptó ayer el envío de un alijo de 2,2 kilos de cocaína que, oculto en una botella de vino italiano, acababa de llegar a esta capital. En la operación fueron detenidos dos hermanos de origen chileno, de 31 y 37 años, respectivamente, que transportaban la droga.

Las investigaciones sobre los detenidos habían comenzado hace tres semanas, después de que el Grupo de Estupefacientes recibiera una información sobre las presuntas actividades ilegales de los dos hermanos. Se sospechaba que podían estar distribuyendo droga en lugares de ocio de Zaragoza y que se proveían de la misma en Madrid.

El vehículo de los sospechosos, un Renault Laguna , fue detectado cuando llegaba a Zaragoza por la autovía de Madrid, por lo que los policías procedieron a interceptarlo y lo sometieron a un registro. Una pequeña garrafa de vino italiano levantó las sospechas de los agentes, ya que, al agitarla, parecía contener algo sólido. Además, uno de los hermanos se puso nervioso al ser preguntado por ella.

Tras descorchar el recipiente y proceder a su vaciado, sólo se pudo llenar un vaso de vino, por lo que se rompió la botella. En su interior había un paquete que contenía una sustancia, presuntamente cocaína, que fue enviada a analizar a los laboratorios de la Policía.

La droga intervenida en esta operación podía haber llegado recientemente a España, ya que estaba envuelta en papel de calco, un método que suelen utilizar los traficantes para evitar los controles de perfiles de objetos y mercancías de los aeropuertos.