Los 2.150 euros netos mensuales que cobra un ertzaintza o los 1.900 de un policía local de Zaragoza frente a los 1.400 de un guardia civil o policía nacional han llevado a miles de agentes de ambos cuerpos pertenecientes al Ministerio del Interior a recorrer las calles del centro de la capital aragonesa para exigir una «verdadera» equiparación salarial. La intensa lluvia no hizo reblar a los manifestantes, convocados por la asociación Jusapol.

Reivindicativos, pero con ambiente festivo, policías y guardias civiles exigieron al Gobierno de España «más respeto». Lo hicieron acompañados de sus familias porque, tal y como resaltó un miembro del instituto armado, «no solo sufren las largas jornadas laborales o los destinos a otro territorio que lo tienen asumido, sino que a final de mes la nómina es para echarte a reir de la tristeza». Los portavoces de Jusapol en Aragón, Cristian Risco y Cristian Erik Marco, insistieron en que salir a la calle responde a que «los agentes no compartimos el acuerdo alcanzado el pasado 12 de marzo entre el Ministerio del Interior y representantes sindicales de ambos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad». «No se acerca ni por asomo a lo que es la equiparación, un guardia civil, tanto como un policía nacional, cuando se jubilan lo hacen con un importe muy inferior al de las policías autonómicas», apostillaron.

La protesta que se inició en la plaza Aragón finalizó en la del Pilar. Allí anunciaron que «la guerra acaba de empezar y que se avecinan nuevas acciones de protesta». Los manifestantes estuvieron acompañados por representantes de Ciudadanos, Podemos y Vox.