Vecinos, políticos, arquitectos y algún particular han presentado alegaciones al nuevo proyecto de La Romareda, que prevé construir un estadio nuevo en el mismo lugar que ocupa el actual y complementarlo con 40.000 metros cuadrados de usos comerciales, hoteleros y de oficinas con los que financiar el plan. Ayer concluyó el plazo de exposición pública de la modificación del Plan General necesaria para incluir usos terciarios en la parcela y una vez que los técnicos informen las alegaciones, la documentación se remitirá a la DGA para solicitar el visto bueno definitivo.

Según indicaron ayer fuentes de Urbanismo, en el registro de esta área sólo se habían recibido tres alegaciones: dos la de la asociación de vecinos San Bráulio, del Picarral, y otra de un particular. Sin embargo, en otros registros del consistorio se entregaron otras, como las del Colegio de Arquitectos y las de partidos políticos como el PP y el PAR, que se oponen frontalmente a que el estadio se quede como está. Casi todos los opositores al proyecto inciden en las molestias que el campo de fútbol causa al Miguel Servet, el mayor hospital de Aragón.

En las alegaciones del PP se asegura que el nuevo plan Romareda no cumple las normativas de la UEFA y la FIFA en materia de seguridad. El estadio que puede hacerse en el espacio de La Romareda, afirman, será "de segunda categoría". En las alegaciones del PAR se destacan las afecciones al Servet y se llaman también la atención sobre los problemas que acarreará a los socios la construcción por fases del estadio, compaginada con la liga.