La Delegación del Gobierno en Aragón ha diseñado para esta Navidad un plan antiterrorista que contempla la activación de un plan de vigilancia específico para las estaciones de esquí y para las grandes infraestructuras, entre ellas el trazado del AVE Madrid-Zaragoza-Lérida.

El plan especial antiterrorista preparado para estas fiestas por el Gobierno central ha dado un amplio margen de decisión a las delegaciones autonómicas para diseñar los operativos, tanto en lo referente a las zonas de vigilancia preferente como a los periodos del día en los que debe intensificarse la prevención. En el caso de Aragón, explicaron fuentes de la delegación, se ha optado por incrementar la vigilancia en las zonas de mayor afluencia de personas.

Entre ellas se encuentran las estaciones de esquí, con la circunstancia añadida, en el caso del Pirineo, de su cercanía a la frontera con Francia. De hecho, hace unos meses se supo que un comando de ETA planeó el año pasado enterrar una docena de mochilas-bomba en las pistas de esquí leridanas de esquí de Vaqueira Beret.

La vigilancia también se verá redoblada en los pasos fronterizos para evitar la entrada y la salida en territorio español de comandos terroristas o de envíos de material para los activistas.

Otro de los puntos de mayor interés serán las grandes vías de comunicación, como carreteras autovías y autopistas, a las que se sumarán las estaciones de ferrocarril y autobús, que en estas fechas presentan una elevada concurrencia. También se convertirán en puntos de especial atención los accesos a las principales poblaciones de la comunidad y los estadios deportivos.

Por último, el operativo diseñado por la Delegación del Gobierno en Aragón contempla como puntos sensibles los pantanos y las centrales eléctricas ubicados en territorio aragonés.

APOYO MILITAR El grueso del plan antiterrorista aragonés recaerá en la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, aunque se contempla la intervención como fuerzas de apoyo del Ejército y de las policías locales.

Los representantes de los sindicatos de la Policía Nacional señalaron ayer, tras reunirse con el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, que el plan antiterrorista puesto en marcha por el Gobierno se enfrenta a una amenaza "genérica", ya que "no hay una concreta". José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), mayoritario en el sector, dijo que la reunión sirvió para que el Ministerio de Interior "corrigiera el error de no informarnos antes".

En el plan, en vigor hasta el 8 de enero, intervendrán 65.000 miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado. El Ejército participa por primera vez en tareas de prevención antiterrorista.

Sánchez Fornet aludió a la existencia de una "amenaza genérica, que es suficiente para que se haya montado este plan, con la nueva realidad del terrorismo islamista".