Una interpelación de la diputada del PP, Yolanda Vallés, sobre la planificación del Departamento de Hacienda sobre función pública sirvió para que esta recrininara al consejero, Fernando Gimeno, el cese del director general, Ignacio Zarazaga, en una operación que vinculó al apoyo que este da a Florencio García Madrigal para optar a la candidatura socialista para la alcaldía de Zaragoza, contra la voluntad de la dirección del PSOE. Vallés reprochó a Gimeno que el PSOE use la institución con fines partidistas, y recordó que el propio Lambán también había amenazado con disolver las Cortes si no salía elegido secretario general de su partido. El argumento de Vallés también fue recogido por el diputado de Podemos, Héctor vicente, quien señaló que es un cese que se debe «a intrigas palaciegas».

Gimeno negó que se deba a cuestiones internas del PSOE y lo achacó a que dicho cambio era necesario porque ahora toca afrontar «nuevos retos», después de que hiciera una labor muy importante en una etapa «muy dura» y con «demandas ilimitadas».

Asimismo, indicó que «de forma inmediata» se van a firmar acuerdos con los sindicatos en materia de función pública, si bien no los especificó y tampoco se ha comprometido con la aprobación de un proyecto de ley. Un proyecto que, tal y como indicó Vallés, fue un anuncio de principios de legislatura.

Gimeno destacó que las reformas y medidas parciales son «mucho más importantes» que la aprobación de una ley con la que admitió que no se puede comprometer económicamente con sus consecuencias ya en el 2019.