Se debe a la forma de calcular la balanza fiscal. En la metodología de flujo monetario, que es la que defiende la Generalitat, el gasto estatal en el Museo del Prado se imputa en su totalidad en Madrid. En el sistema de carga-beneficio, usado por los expertos de Hacienda, también se estima su impacto en el resto de ciudadanos de otras comunidades. Eso obliga a elegir criterios de este reparto. En el caso del Museo del Prado, el 75% del gasto se imputa a la Comunidad de Madrid, y el 25% restante se distribuye según el peso de las comunidades en PIB y población. Al concentrar Madrid las instituciones, el saldo negativo es elevado. Y lo es más o menos en función de los criterios o porcentajes que se aplican al imputar los gastos.