En la actualidad existen diversos motivos que hacen inviable sustituir las torres de refrigeración por otros sistemas más limpios. Según Luis Gómez, un primer obstáculo es de tipo económico, ya que los sistemas alternativos son muy costosos. Pero el principal motivo es que la eficacia de los sistemas de condensación es casi la mitad que la de las torres de refrigeración mientras que ocupan mucho más espacio y no siempre se dispone de éste. "El número de frigorías que se obtiene de los mecanismos de condensación no es suficiente para el volumen y la superficie a tratar en un hospital", explicó Gómez. Por ello, el futuro está en los sistemas mixtos, como el que se está instalando en el Miguel Servet, y que combina ambas técnicas.