El porcino aragonés es inmune a la crisis del coronavirus. En el difícil 2020, el sector batió máximos históricos en todos sus indicadores y continuó así con la fulgurante progresión de los últimos años. Pero si hay algo que sobresalió fueron las exportaciones, con un deslumbrante crecimiento hasta cotas nunca alcanzadas. En un ejercicio marcado por la incertidumbre, las ventas al exterior anotaron un incremento del 45%, con la comercialización fuera de nuestras fronteras de 667.833 toneladas de cerdo por un valor de 1.535 millones de euros, un 44,3% más que en el 2019. Tanto el volumen como el importe económico de estas transacciones se ha triplicado en apenas cuatro años, lo que da cuenta del momento dulce que vive esta actividad cárnica, una excepción dentro de un mundo ganadero que se ha visto golpeado por la pandemia.

El boom del porcino parece no tener límites en Aragón. Las solicitudes para abrir granjas de cerdos, el desembarco de nuevos operadores y la ampliación de las plantas ya asentadas no han dejado de crecer en los últimos años, lo que ha hecho que se convierta en uno de los grandes motores económicos de la comunidad. Un dato que evidencia el meteórico crecimiento es que la comunidad ha pasado a ser desde el 2019 la principal productora de ganado porcino a nivel nacional, con 15 millones de cerdos al año, el 26% de toda España.

El censo del Ministerio de Agricultura contabilizaba hasta el pasado mayo 8,7 millones de cerdos en la comunidad, tras ganar 899.310 en el último año, lo que supone una subida anual del 11% y del 34,5% respecto al 2015 (6,46 millones). Le sigue Cataluña, la otra gran potencia del porcino español, con 7,8 millones, que pierde 105.624 (-1,33%). De esta manera, la distancia con este vecino territorio se ha ampliado hasta casi un millón de cabezas. Entre ambas, superan el 58% de la cabaña nacional.

En producción industrial, la de más valor económico, Aragón ocupa el segundo lugar tras Cataluña, pero el salto ha sido también sobresaliente. El pasado año, los mataderos de la comunidad sacrificaron 10,3 millones de cerdos y se acercaron al millón de toneladas (929.929), tras crecer un 28,3% anual. Estas cifras marcan un nuevo récord y equivalen a casi una quinta parte (el 18,5%) de total nacional. Este fuerte repunte se debe en gran medida a la mayor capacidad de matanza ganada con el nuevo matadero de Litera Meat en Binéfar. Aunque se acorta la distancia, Cataluña es el líder indiscutible en producción industrial, con 23,4 millones de animales sacrificados y dos millones de toneladas.

Medio ambiente y economía

El vertiginoso avance del porcino aragonés va a continuar en los próximos años a juzgar por los numerosos proyectos industriales que hay en marcha, entre ellos el macrocomplejo de BonÀrea en Épila, y la autorización casi a diario de nuevas granjas por parte del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga). El Departamento de Agricultura y Medio Ambiente, al que pertenece este órgano, elude dar cifras del número de explotaciones autorizadas en el último año o de los expedientes que hay en tramitación.

Desde la consejería liderada por Joaquín Olona defienden que el sector juega un «papel estratégico» en la economía autonómica, al representar el 3,55% del PIB y dar empleo a 12.000 personas. Destacan que el 58% de la granjas está en poblaciones de menos de mil habitantes, por lo que «supone un recurso económico muy importante para luchar contra la despoblación». Y_ante los recelos crecientes de grupo ecologistas y vecinales por posibles problemas medioambientales, la DGA subraya que trabaja para que el sector «sea más sostenible» con medidas como el decreto de purines, que introdujo la figura del centro gestor de estiércol, o la declaración de zonas con sobrecarga ganadera por exceso de nitrógeno procedente de la actividad.