El aparcamiento subterráneo de Parque Bruil es uno de los mayores fiascos de los últimos años. Con cinco millones de euros de inversión ya ejecutados gracias a los Fondos FEIL del 2010 y ya va para tres años que finalizó la obra civil, aún le falta una inversión de unos 800.000 euros para su puesta en funcionamiento. Así que es difícil suscitar el interés de una empresa que quiera arriesgar su dinero para, además, lograr una concesión administrativa por 40 años para comercializar las 200 plazas a cambio de otra concesión, nunca en propiedad.

Así que no es una cuestión menor para el ayuntamiento desatascar esta infraestructura y la posibilidad de enajenación del subsuelo puede ser el remedio. Así que estarán muy pendientes al interés que suscite la operación de Moret. Porque, en este caso, la inversión adicional que se le pida a las empresas quizá vaya dirigida a la finalización de esos trabajos. Y también abra la veda a que el porcentaje de rotación sea más a gusto de la empresa que explote el recinto.