Los alrededores de la pequeña localidad turolense de El Poyo serán escenario este fin de semana de la sexta edición del paso del Cid Campeador camino de la toma de Valencia. Un hecho real y constatado por los expertos que ha terminado por convertirse en una recreación teatral en la que participa la mayor parte de los vecinos del pueblo y de la comarca.

Durante dos días, la campa cercana a El Poyo se retrotrae en el tiempo hasta el año 1.087 para convertirse en un enorme campamento medieval que hace las delicias de grandes y pequeños. La Asociación Cultural Mío Cid, organizadora del evento, está convencida que de nuevo este año se batirá el récord de asistencia de público.

Entre sábado y domingo se celebrará decenas de actividades, entre las que sin duda destacan la recreación de la llegada del Campeador con sus mesnadas --sábado por la mañana--, así como la batalla de Tevar --episodio narrado en el Cantar de Mio Cid--, por la tarde.

MOMENTO ALGIDO En la segunda representación teatral del fin de semana, que se celebra el sábado al anochecer, vecinos y visitantes viven el momento más sobrecogedor, cuando un grupo de 40 o 50 jinetes a caballo baja al galope del cerro San Esteban. Visto desde la campa, la llegada de los caballeros se antoja espectacular, ya que el cerro queda en ese momento al oeste, donde el sol se esconde poco a poco.

ACTIVIDADES Otros actos serán la lectura pública precisamente del Cantar, conferencias sobre la figura del héroe castellano, su realidad social y el camino de su destierro, conciertos de música folk, exhibición de tiro con arco de los Arqueros de Alfajarín, torneo ecuestre, espectáculos de vuelo de halcones, artesanos y mercaderes, cena medieval, animación de calle, concierto de canto gregoriano ofrecido por la coral de El Poyo, misa medieval y hermanamientos con otros pueblos de la ruta de El Cid.

La actividad que vive el campamento es vibrante y son muchos los que alargan la diversión hasta bien entrada la madrugada del domingo. La organización dispuso el año pasado incluso de una tienda de campaña gigante para los que quisieran pernoctar. "Este año no habrá tienda, pero no faltará donde dormir. Y si no, al raso", comentaba ayer un organizador, que también recordó que existen varios establecimientos hoteleros en los alrededores, sobre todo en la cercana Calamocha.