Cuando el grupo de buceadores de CADAS bajó por primera vez al pozo de San Lázaro localizaron solo un tronco enorme de un árbol. En la actualidad, se ha hallado de todo porque, según el jefe de instrucción de buceadores, Óscar Gonzalo Vicente, se ha convertido "en una especie de vertedero". Han encontrado carritos de supermercados, restos de obras de otros puentes, viejas vías de ferrocarril, quitamiedos, varias motos y un coche.