El Partido Popular de Aragón estaría dispuesto a negociar una posible rebaja del recrecimiento del embalse de Yesa si se dieran dos condiciones: que la alternativa de la llamada cota media tuviera unos fundamentos técnicos y jurídicos impecables, que garantizaran su viabilidad, y que se recuperaran por otros métodos los 500 hectómetros cúbicos de agua que se perderían al disminuir el tamaño de la presa recrecida.

La nueva postura del PP, explicada ayer a este diario por fuentes del partido, abre un panorama radicalmente distinto en la negociación para recuperar el consenso hidráulico en la comunidad. Como adelantó EL PERIODICO, el primer borrador de las Bases de la Política del Agua --que se debate en la Comisión del Agua-- aboga por la cota media de Yesa, que dejaría en 510,5 metros la altura de la presa recrecida, frente a 521.

POSTURAS El PP ha sido inflexible en la polémica, pues PSOE, PAR e IU apoyan una rebaja del proyecto que palíe impactos e impida que se inunde el núcleo de Sigüés. CHA rechaza la obra, pero ha dicho que no obstaculizaría un acuerdo global. La DGA del PSOE-PAR tiene muchas esperanzas en que haya un nuevo pacto, y ve fundamental que esté el PP.

Fuentes de la formación conservadora manifestaron que los populares aceptarían abrir una negociación seria sobre la cota media bajo dos premisas ineludibles. La primera es que la nueva opción (sobre la que hay estudios de expertos) sea rigurosa y esté bien fundamentada, para que el proyecto resulte viable y no tenga grietas jurídicas o técnicas. El PP no quiere que por discutir sobre una obra ya iniciada (desde el 2001) Yesa se quede sin recrecer.

La segunda condición sería recuperar con otras medidas los 500 hectómetros cúbicos que dejarían de embalsarse con una ampliación menor de la presa. Existe la opción de hacer balsas en la zona regable de Bardenas, beneficiaria de la obra.

Con este planteamiento, el PP quiere garantizar que Aragón dispondrá de la reserva anual de 6.550 hectómetros cúbicos de agua prevista en el histórico Pacto del 92. En las filas populares se teme que las exigencias ambientales que defiende Cataluña para el Bajo Ebro supongan un notable recorte en la disponibilidad de volúmenes en Aragón.

Los populares han pedido información técnica sobre la cota media. No quieren ser quienes impidan un acuerdo mayoritario ahora que los regantes de Bardenas han dejado ver que darían un paso en favor del consenso. Lo mismo hicieron los ayuntamientos del Pirineo (a excepción de Artieda y Mianos), cuando aprobaron una iniciativa --respaldada por el principal afectado, Sigüés--, en defensa del recrecimiento medio.

El PP, no obstante, no quiere prisas y está preocupado por el Ministerio de Medio Ambiente, que dice sí a la cota media, pero también a las demandas ambientales catalanas. Alcanzar un nuevo acuerdo sobre esta actuación despejaría en gran medida el enrarecido ambiente hidráulico , pues son apenas tres proyectos los que han resquebrajado la unidad aragonesa en materia de agua.